Otro femicidio conmociona a la sociedad argentina. Es el caso de Agustina Imvinkelried, una joven de 17 años que se encontraba desaparecida tras haber asistido a una fiesta en Esperanza, Santa Fe. Su cuerpo fue hallado con varias contusiones al interior de una zanja cercana al boliche donde fue vista por última vez.
Se dieron a conocer los primeros datos de la autopsia de Imvinkelried, la cual indicó que la joven no fue abusada sexualmente como se pensaba en un principio. Sin embargo, se reveló algo más estremecedor por parte del personal forense.
Agustina tuvo una lenta agonía, porque presentaba tierra al interior de sus pulmones , es decir "estaba semientierrada, ya que la enterraron en vida".
Además, se reveló que Agustina murió por asfixia mecánica de manera manual, ya que presentaba marcas en su cuello y una gran cantidad de golpes en todo su cuerpo, especialmente la cara donde la que tenía bastante dañada.
Pablo Trionfini, de 39 años y reconocido vecino del sector, es el principal sospechoso del asesinato, ya que una cámara de seguridad de la Municipalidad de Esperanza lo captó a la misma hora en las cercanías del boliche donde la joven fue registrada por última vez.
Para efectos de la investigación, la policía acudió a su hogar y se pudo percatar que el sujeto, que contaba con antecedentes de violencia y era empleado municipal, se quitó la vida.
La fiscalía sostiene que Trionfini es el resposable luego de recopilar dichos antecedentes y de que un vecino sostuviera que el acusado le pidió prestada una pala. Además la autoridad encontró al interior de su domicilio unas zapatillas cubiertas con barro. "La carátula de la muerte es femicidio y el único responsable es la persona que se quitó la vida", dijo la fiscal María Laura Urquiza.
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