A los 900 policías de la fuerza porteña que puso el Gobierno de la Ciudad se sumaban 720 policías federales y unos 400 entre miembros de Gendarmería Nacional y Prefectura Naval.
Por lo tanto, la cifra de uniformados superaba los 2.000 efectivos, tras los incidentes que se produjeron el miércoles pasado entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad.
En relación a la Policía Federal, para esta ocasión "prácticamente se duplicó" la cantidad de efectivos, algo que también copiarían Gendarmería Nacional y Prefectura Naval.
El Congreso y los alrededores estaban blindados, ya que permanecían vallados a varios metros a la redonda, por lo que no se podía circular los automóviles ni pasar las personas.
Por su parte, la Policía de la Ciudad desplegó unos 900 uniformados y 600 agentes de tránsito para llevar a cabo el control vehicular. a unas seis cuadras a la redonda.
De esta manera, predominó la idea que tenía la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, de evitar que los manifestantes pudieran llegar a las adyacencias de la Plaza del Congreso.
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