Portada  |  21 junio 2022

Cortar el frenillo de la lengua de bebés para favorecer la lactancia: la aclaración de especialistas

Hace un tiempo circuló una nota periodistica por varios medios que se refería a la "moda" de cortar el frenillo de la lengua de los bebés para favorecer la lactancia. Telefe Noticias consultó a tres profesionales de la salud.

Actualidad

En ese sentido, la puericultora Lorena Tripicchio -docente y tutora de la Asociación Civil Argentina de Puericultura- explicó que, "como la lengua cumple una función importante en la alimentación al pecho, las variaciones anatómicas que afectan sus movimientos pueden interferir con el desarrollo de la lactancia, por ende un frenillo lingual alterado puede causar un acople incorrecto y/o una transferencia de leche inadecuada que se traduce en pezones lastimados y dolor al amamantar para la madre y todo esto desencadena en problemas con el aumento de peso por parte del bebé, entre otras cuestiones".

"Las puericultoras muchas veces tenemos la oportunidad de detectar una anquiloglosia – comúnmente llamada ´frenillo corto´- y derivar oportunamente a profesionales como fonoaudiólogos y odontopediatras que son quienes evalúan, diagnostican y tratan esta condición", sostuvo.

Y remarcó: "No consideramos la frenectomía como una ´moda´, sino como un avance científico tecnológico que permite favorecer la liberación de la lengua lactante a fin de facilitar la lactancia humana y proteger la experiencia del amamantamiento. Dicha intervención es realizada luego de un diagnóstico adecuado realizado por odontopediatras, otorrinonaringólogos o cirujanos".

"Nuestra labor es interdisciplinaria colaborando con el seguimiento del caso y brindando información y herramientas y así lograr que esta dificultad en la movilidad de la lengua afecte lo menos posible", añadió Tripicchio.

Según la "Academy of Breastfeeding Medicine", la anquiloglosia afecta al 3,2% a 4,8% de los lactantes a término al nacer y al 12,8% de los lactantes con problemas de lactancia.

Esa condición no es nueva y se ha enfrentado de diferentes maneras. Desde hace tiempo que, cuando una madre tenía dificultades para amamantar a su hijo o cuando se detectaba que el bebé no aumentaba de peso, se recurría a que lo amamante otra mujer de su entorno, a pagar los servicios de una nodriza o a alimentarlo con leche modificada de otros mamíferos, lo que suponía un gran riesgo ra la salud del chiquito.

En forma más reciente apareció la leche de fórmula, que según la visión crítica de algunos especialistas hizo "olvidar" la existencia del frenillo por la práctica de darle al bebé "una mamadera y listo".

Tratamientos

La odontopediatra Trinidad Bernasconi (M.N 28410) afirmó que los frenillos linguales cortos no se estiran con ejercitación, y que hay evidencia científica y clínica diaria que así lo comprueba.

"De cualquier forma, no todos los frenillos se presentan de la misma manera ni con la misma sintomatología, lo que sí sucede es que como hay más entidades promoviendo la lactancia materna, las madres tienen más información y cuando se presenta alguna dificultad, consultan", señaló en relación al mayor registro de casos.

Y en ese sentido, agregó "Si bien es real que no todos los frenillos linguales traen problemas en la lactancia ni que todos los problemas de la lactancia son por frenillos linguales, muchas díadas llegan por este motivo a la consulta".

Respecto al tratamiento, aclaró: "Se trabaja de manera transdisciplinaria: fonoaudiología, osteopatía, puericultura, psicología, otorrinonaringología, pediatría, etc.".

"No se trata de una moda sino una oportunidad para poder diagnosticar de manera temprana y mejorar la calidad de vida de bebés y niños previniendo compensaciones que podrían afectar no solamente la lactancia sino la oclusión, el lenguaje, la postura, el desarrollo de la cara, la respiración y la deglución", expresó Bernasconi.

"La frenectomía es el procedimiento por el cual se elimina el frenillo", contó Trinidad. Ella lo realiza en su consultorio, mediante técnica de láser y con el uso de anestesia tipo tópica. El bebé puede estar a upa de su mamá o papá y envuelto en una mantita de algodón.

Según la especialista, es un procedimiento rápido y seguro. Y una vez finalizado, el paciente puede volver a alimentarse de la manera que venía haciéndolo (mamadera o pecho). No requiere prequirúrgicos, pero hay un acompañamiento tanto previo como posterior por parte del equipo multidisciplinario que el caso requiera.

Moda no, cambio de paradigma

La fonoaudióloga y puericultora Mariana Ríos (MN 8334), docente de la Asociación Civil Argentina de Puericultura y de la facultad de Odontología de la Universidad de Buenos Aires, consideró que es tendencioso el artículo que cataloga a la intervención para cortar los frenillos de la lengua como una moda.

Explicó que no es algo que los padres eligen sino que es una decisión que toman los profesionales tratantes cuando el tema afecta de manera temprana al crecimiento y desarrollo del bebé, si la mamá se lastima los pezones al dar el pecho y se condicionan las posibilidades de establecer y sostener la lactancia materna.

Más allá de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sugiere que la lactancia sea exclusiva hasta los 6 meses y complementaria hasta los 2 años o más, existe un marco que contempla las posibilidades y deseos de cada familia que, muchas veces, pueden verse condicionados por un frenillo lingual corto.

Ríos, desde sus conocimientos en la materia, aclaró que el término frenotomía es para la intervención en los bebés y frenectomía es en los niños. Y refirió que el artículo periodístico publicado hace unos días habla de un "diminuto apéndice", cuando en realidad el frenillo lingual es un remanente de tejido que -por más pequeño que sea, si lo comparamos con las estructuras de la boca- es lo suficientemente presente como para alterar el movimiento libre de la lengua, y tan necesario para poder deglutir, masticar y hablar.

Sin embargo, en ocasiones los pediatras observan que el recién nacido presenta dificultades en la lactancia y solicita la interconsulta con una puericultora, que es quien puede detecta esta condición y realiza una derivación.

Mariana insistió en que no se trata de "modas" sino de un cambio de paradigma en la atención del recién nacido, donde gracias a los estudios realizados sobre el tema se ha concluido que un gran porcentaje de bebés que presentan dificultades en la lactancia se debe, entre otras cosas, al frenillo lingual alterado.

Y es por eso que la frenotomía no se trata de una "respuesta simplista" ni una "amputación", sino de una liberación de la lengua para que el bebé pueda adquirir un rol funcional de la succión, deglución y respiración y de esa manera alimentarse a través del pecho materno.

Tal como remarcaron las especialistas, el trabajo es interdisciplinario -sin perder la mirada hacia el recién nacido- a la hora de llegar a un diagnóstico para facilitar la alimentación con leche humana, con sus consecuentes beneficios a corto y a la largo plazo.

La "moda" de cortar el frenillo de la lengua de los bebés para favorecer la lactancia

Comentarios