Este 11 de octubre se conmemora el Día Mundial de los Cuidados Paliativos con el lema “Cumplir la promesa: acceso universal a los cuidados paliativos”, un llamado global a garantizar este derecho para todas las personas que lo necesiten.
Esta medicina “alivia el padecimiento causado por enfermedades graves, a través del abordaje interdisciplinario que se brinda tanto al paciente como a su familia en el proceso de enfermedad”, comenta la Dra. María Julia Aparicio (MN 103.061), Coordinadora del Centro del Dolor del Hospital de Clínicas de la UBA.
La especialista sostiene que “el dolor afecta a más del 50% de las personas con cáncer al momento del diagnóstico y a más del 80% en estadios avanzados. Suele ser de intensidad moderada a severa y empeora con el avance de la enfermedad. Es el síntoma físico más angustiante del cáncer”.
“El dolor no es producido solo por el tumor en sí, sino también por los tratamientos oncológicos (como la quimioterapia, radioterapia o cirugía) y por algunos procedimientos diagnósticos invasivos o repetitivos. Todos estos casos forman parte de lo que se denomina dolor por cáncer, y deben ser abordados integralmente por equipos capacitados”, agrega.
Según la Federación Europea del Dolor, el dolor es una experiencia sensorial y emocional siempre personal e influida en distintos grados por factores biológicos, psicológicos y sociales. Desde el Hospital de Clínicas de la UBA, Aparicio comenta: "hoy ya contamos con una clasificación del dolor que nos permite definirlo como una enfermedad en sí misma. Todo este avance repercute favorablemente en nuestros pacientes y su calidad de vida".
Si bien desde 2022 Argentina cuenta con una Ley Nacional de Cuidados Paliativos, “aún hay un camino por recorrer para que se traduzca en acciones concretas que garanticen el derecho al alivio del dolor. A pesar de los avances médicos, menos del 14% de quienes necesitan cuidados paliativos acceden efectivamente a ellos en nuestro país. El resto sufre innecesariamente, debido a la falta de información, prejuicios sobre los analgésicos, y desconocimiento del rol de los equipos especializados”, sostiene la especialista.
“Las principales barreras para el acceso están dadas por la falta de conocimiento de la existencia de servicios como el nuestro, como así también del prejuicio o preconcepto que los cuidados paliativos son para cuando ya no hay nada más que hacer. Nos cuesta hablar de lo que nos duele. La falta de acceso repercute negativamente tanto en el paciente como en su entorno significativo”, explica la médica.
El Centro Universitario de Tratamiento del Dolor Crónico y Cuidados Paliativos del Hospital de Clínicas tiene como fin mejorar la experiencia de las personas que tienen dolor instalado en distintas partes del cuerpo y que reciben el diagnóstico de lumbalgia, cefalea y neuralgias, entre las patologías más frecuentes.
Su equipo interdisciplinario está conformado por disciplinas como trabajo social, psicología, counseling, psicomotricidad, psiquiatría, medicina paliativa y un voluntariado capacitado en Cuidados Paliativos. Uno de sus principales objetivos es mejorar la calidad de vida, por lo que también ofrece espacios de Reflexología, Arte y Salud, tanto para pacientes internados como ambulatorios. Esta modalidad de trabajo busca cuidar integralmente al paciente y a su familia.
Los pacientes llegan derivados por sus médicos de cabecera y equipos tratantes ya con un primer diagnóstico que el equipo interdisciplinario reevalúa e instaura una estrategia terapéutica de acuerdo con el tipo de dolor del paciente”, concluye Aparicio.
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