Una vecina de un edificio en Palermo notó un extraño maullido en el establecimiento, por lo que dejó un cartel anónimo escrito a puño y letra en el ascensor pidiendo que por favor le den mucho amor porque le daba lástima.
"Seguramente era nuestra gata Marta mientras estuvimos de vacaciones (vinieron todos los días a verla) Gracias por el aviso, la vamos a llenar de mimos", le respondieron mediante otro cartel con las mismas características.
Ese mismo día, Santiago, inquilino del mismo edificio y quien compartió esta divertida historia en sus redes sociales, se sumó a la seguidilla de notas anónimas y pidió ver a Marta.
Dos días después de ese pedido apareció la fotografía de la gata junto a su perfil: "Marta de Palermo. Seis años. Le gusta cazar, dormir, amasar y llorar cuando extraña".
"Al rato llegó una respuesta: furor por Marta y por esta nueva red social en la que el feed está quieto y scrollea el ascensor. Salí de casa contento por este intercambio improductivo y poético en un momento del mundo tan funcional. Habría otro mensaje cuando volviera a la noche?", contó @Santiidelson en su cuenta de Twitter.
Santiago regresó a su casa y lamentablemente, la foto de Marta y el resto de carteles ya no estaban. La encarga del edificio los había sacado. Acá entra un nuevo personaje a la historia: Emi, otra inquilina.
"Pusieron una foto de Marta pero nadie llegó a verla! La sacaron rapidísimo. Dejemos socializar con nuestras mascotas en el ascensor", reclamó la joven, quien además hizo un storytime en Tik Tok sobre la desopilante historia de su edificio.
La mañana siguiente, Emi y Santiago se encontraron en el ascensor y se desayunaron con la triste noticia de que, una vez más, los carteles fueron arrancados.
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"Yo igual le saqué una foto a la foto de Marta. Así que la voy a volver a imprimir y la voy a volver a pegar", contó Emi citando a Santiago en la charla que tuvieron ese día.
Así, Marta volvió a ser la protagonista de las sonrisas de los vecinos de este edificio palermitano. Pero ojo, porque no está sola: al muro se sumó Ramona, Micho y Luar.
"Por favor, no sacar los cartelitos, estamos contentos de que estén. Es lindo volver a casa y ver a las mascotas en el ascensor. No molesta a nadie. Qué lindos gatitos, pongan más ¿Hay perritos también?", fue el último cartel pegado allí, esta vez por Emi, con la esperanza de que cada vez sean más michis lo que se sumen.
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