En un operativo de rutina en el aeropuerto internacional Ngurah Rai de la isla de Bali (Indonesia), detuvieron a una mujer argentina de 46 años que llevaba 323,76 gramos de cocaína ocultos en su cuerpo.
La droga fue hallada durante los controles aduaneros, específicamente en la zona genital de la detenida, quien luego admitió haber llegado desde México con la intención de entregar la sustancia a cambio de una compensación económica.
Las autoridades locales informaron que la mujer, quien trabajaba como peluquera, había aceptado transportar la cocaína por una suma de 3.000 dólares.
Esta investigación condujo rápidamente a la captura de un ciudadano británico en una casa de huéspedes en el distrito de Badung, sospechoso de ser parte de una red de distribución.
El jefe de la agencia de narcóticos de Bali, Rudy Ahmad Sudrajat, señaló que la investigación sigue en curso para desmantelar una posible red internacional de tráfico de cocaína operando en la isla.
Indonesia es conocida por tener algunas de las leyes más estrictas del mundo en materia de narcotráfico. Las penas por llevar más de cinco gramos de cocaína pueden variar desde 5 años de prisión hasta cadena perpetua o incluso la pena de muerte por fusilamiento.
La mujer permanece detenida mientras se desarrolla el proceso judicial, y su identidad no ha sido divulgada públicamente.
Este caso se suma a otros de extranjeros que enfrentan severas sanciones en el país por delitos relacionados con drogas.
De acuerdo con la Red Contra la Pena de Muerte en Asia (ADPAN), más de 300 personas están actualmente en el corredor de la muerte en Indonesia, la mayoría por delitos de narcotráfico.
Aunque en algunas ocasiones el gobierno ha permitido repatriaciones por razones humanitarias, las autoridades aclaran que esto no implica un perdón.
Fotos: Antara News.
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