Araceli Jara conoció a la fundación EMPUJAR por redes sociales. Vio una publicación acerca de un curso en Desarrollo web full stack que la fundación estaba ofreciendo junto a empresas del rubro IT, y no dudó en anotarse. Dejó sus datos y la llamaron. Pasó las entrevistas y en marzo de 2023 inició el programa de capacitación.
Al mismo tiempo, se anotó a cursar la carrera de Ingeniería en Informática, en la Universidad de La Matanza.
Araceli tenía en claro que necesitaba trabajar para poder ayudar en su casa. Vive en Esteban Echeverría junto a su mamá y sus hermanos de 17 y 21 años. Ella es la mayor. Tiene 26. Su mamá en ese entonces estaba desempleada, y su hermana tenía un emprendimiento. Y si bien Araceli había tenido experiencia laboral en una textil en negro, buscaba un trabajo mejor y no lograba aplicar en las búsquedas.
Con la capacitación de EMPUJAR y la apertura a la red de empresas pensó que era una buena estrategia para poder conseguir ese empleo que tanto anhelaba. Y no se equivocó.
La capacitación la finalizó en diciembre, recibió su diploma y en marzo estaba trabajando en una empresa.
Ingresó como Desarrolladora fullstack trainee. Su primer trabajo registrado pero -y sobre todo- el primer trabajo en blanco en su toda su familia.
“Transité mi primer día con mucha emoción y a la vez curiosidad. Es la primera vez que trabajo en algo registrado pero además, 100% home office. Desde la empresa, fueron super claros con la inducción, me ayudaron a instalar y familiarizarme con las herramientas que usan (que son varias). En la primera semana me dieron la bienvenida y me asignaron un mentor para ayudarme con mis primeras tareas, así como explicarme cosas de código que no sabía”.
De esos primeros días, ya pasaron casi 6 meses y Araceli logró afianzarse e integrarse en el trabajo. Pero hace 3 semanas, Araceli sufrió un accidente muy triste. Su casa se incendió provocándole pérdidas materiales muy grandes, pero además la de sus amadas mascotas. Pese a las adversidades, su resiliencia, compromiso y responsabilidad, no la hicieron flaquear a nivel laboral y Ara, con ayuda de muchas personas logra reponerse. Amigos, familia, compañeros de trabajo, empresa y fundación la apoyan y le dan ese sostén para poder seguir adelante.
Experiencia EMPUJAR
“En la Fundación tuve la suerte de conocer gente muy linda. Hice muy buenos amigos. Aprendí mucho de los coordinadores, a hacer mi CV pero también a desarrollar mis habilidades blandas, a saber comunicarme mejor. Todas las personas que se acercaron como lo fueron profesores, mentores, coordinadores, voluntarios me enseñaron mucho y han sido de una calidad humana enorme. Conocimos además muchas empresas, que eso fue re importante porque además de capacitarte vas viendo cómo trabajan desde adentro realmente las empresas", destacó Araceli.
“Ver y reconocer los entornos de trabajo, te ayuda a mentalizarte, a visualizarte trabajando, a que todo sea realista además. Destaco mucho la calidad humana porque mientras me capacitaba, en casa estábamos pasando un momento muy difícil porque mi mamá no tenía trabajo. La gente y el contexto me apoyaron, me motivaron a seguir adelante, me aconsejaban a seguir pese a las adversidades. La inversión que yo estaba haciendo en ese momento de capacitarme, era a largo plazo para mí por mi contexto. Muchas veces me vi en la disyuntiva de tener que dejar todo porque tenia que salir a trabajar para poder comer… Y ahí aprendí a que todo tiene su tiempo y que hay que saber esperar”, contó.
“Mis metas o desafíos más a corto plazo son poder seguir capacitándome en programación, y siempre tengo ese deseo de poder convertirme en referente para mis hermanos. Mostrarles que existen otras posibilidades, que las oportunidades existen y que las cosas pueden cambiar si te lo propones, y que obviamente eso requiere esfuerzo, mucha constancia y mucha resiliencia”, agregó.
“Mi sueño a largo plazo sería poder ayudar a que mi familia tenga una casa. Edificarla y que mejoren nuestras condiciones de vida. Además, poder recibirme. Con mi primer sueldo, lo primero que hice fue comprar materiales para mi casa.”
“Estoy muy feliz hoy en el lugar donde estoy trabajando. No sólo he encontrado profesionales que la tienen muy clara con la programación, sino que además tienen una calidad humana hermosa. Me siento muy orgullosa de estar rodeada de gente así que además te contagia a ser mejor persona. Aprendo muchísimo de ellos”, subrayó Araceli.
“A otras personas que estén transitando por algo parecido a lo que me pasó a mi, les diría que traten de reconocer a esas personas que les pueden brindar ayuda. Y pedírsela. Hay ocasiones en que necesitas simplemente ayuda para ordenar ideas, pensamientos. A veces cuando te suceden ciertas cosas, no tenemos claridad para pensar qué hacer y apoyarse en esas personas es clave. Hay que rodearse de buenos amigos, de buena gente. Y siempre pensar que nada es perpetuo. Esa situación es pasajera y puede cambiar, pero para eso, uno tiene que moverse, buscar esas oportunidades y hacerlas. Y las cosas buenas, llegan con mucha paciencia. Nada es ya. Y si te vas armando de paciencia, los cambios buenos van a llegar. A mí me motivó mucho siempre leer casos o escuchar historias de otros jóvenes que pudieron salir adelante. Y hoy poder estar acá, y que con mi voz pueda ser referente de otros jóvenes es muy lindo”.
Desempleo juvenil
- Según los últimos datos publicados por el Indec, la tasa de desempleo es tres veces mayor entre jóvenes de 18 a 24 años (19,5%) en comparación con el promedio de la población (7%), y llegando al 21,5% para las mujeres.
- Además, entre los jóvenes que tienen trabajo asalariado, la informalidad alcanza el 63%, casi el doble del promedio general (36%). Esta situación es preocupante por sus implicancias de corto plazo y por el impacto futuro que tendrá en sus vidas laborales.
- Es la población joven y sobre todo las mujeres quienes encuentran mayores dificultades a la hora de acceder a empleos formales; más aún si son de sectores vulnerables. Ingresar al mercado laboral los dirige a empleo precarizado, reforzado por la poca capacitación real que tienen para acceder a puestos de calidad.
Fundación Empujar
La Fundación EMPUJAR brinda programas de capacitación para la inserción laboral especialmente diseñados para jóvenes de 18 a 24 años que provienen de contextos sociales vulnerables.
Luego de la fase de capacitación, EMPUJAR acompaña a quienes egresan por un año, siendo puente y enlace entre las empresas y las oportunidades de trabajo que surjan.
El objetivo principal de la fundación consiste en brindarle a jóvenes herramientas para que logren entrenar y potenciar habilidades para su futura inserción laboral y que luego, logren insertarse en el mundo laboral.
EMPUJAR tiene la certeza de que promover el empleo es clave para el desarrollo personal y comunitario, y fundamental para promover el crecimiento del país, es por ello que es su principal misión.
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