Según la 4ª Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR), más del 66% de los adultos argentinos tiene exceso de peso, un factor crítico en el desarrollo de diabetes e hipertensión. Esta última afecta a uno de cada cuatro adultos, y lo más grave es que un tercio de los hipertensos desconoce su condición. Por su parte, la diabetes alcanza al 12,7% de la población mayor de 18 años, con un 40% de casos sin diagnosticar, lo que incrementa el riesgo de complicaciones graves como daño renal o cardiovascular.
"Los chequeos anuales dejaron de ser algo prioritario y esto dificulta la prevención. La mayoría de las afecciones severas se pueden prevenir con la consulta a tiempo al profesional médico. Es común que se detecten casi de casualidad, cuando el paciente viene por una emergencia o una situación particular y el profesional médico detecta en la consulta algo que le da el indicio y así solicita análisis complementarios. En el Hospital de Clínicas apostamos a la prevención y al diagnóstico temprano, que mejoran mucho las chances de tratamiento en casos severos. La prevención es la clave de la salud", sostiene el Prof. Dr. Marcelo Melo, Director del hospital.
El tabaquismo, aunque en descenso, sigue siendo un problema persistente, responsable de 45.000 muertes anuales y de enfermedades como EPOC y cáncer. A esto se suman los trastornos mentales: la depresión y la ansiedad afectan a un segmento creciente de la población, especialmente a niños y adolescentes, con un aumento del 30% en consultas en el último año.
El asma, la EPOC y las neumonías afectan a millones de argentinos cada año. Con la llegada del frío, los casos se disparan, y muchos terminan en internaciones evitables. Los expertos recalcan que, además de vacunarse, medidas simples como ventilar los ambientes y lavarse las manos pueden marcar la diferencia.
La depresión y la ansiedad ya no son temas tabú, pero su crecimiento es vertiginoso. El bullying, la pobreza y la falta de acceso a tratamientos adecuados agravan el panorama. Peor aún: si bien no hay números oficiales respecto al tema, se sospecha que el 14% de los argentinos consume tranquilizantes sin orden médica, lo que puede derivar en adicción y empeorar o disfrazar otros cuadros clínicos.
Las ENT no solo impactan en la salud individual, sino que generan un alto costo económico y social. Estas enfermedades comparten factores evitables: mala alimentación, sedentarismo, tabaco y falta de controles médicos. La prevención no es solo una responsabilidad individual, sino una política pública prioritaria. Como señala el informe, "invertir en prevención hoy es ahorrar en tratamientos mañana" y, sobre todo, salvar vidas.
La prevención como solución
Los expertos coinciden en que muchas de estas enfermedades podrían evitarse o controlarse con medidas preventivas:
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Alimentación saludable y reducción de sal: El consumo promedio de sal en Argentina es más de lo recomendado por la OMS, lo que agrava el riesgo de hipertensión.
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Actividad física regular: Se debe combatir el sedentarismo, factor clave en obesidad y enfermedades cardiovasculares.
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Detección temprana: Controles médicos periódicos pueden identificar condiciones como diabetes o hipertensión antes de que causen daños significativos o irreversibles.
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Vacunación: A pesar de su eficacia, la cobertura contra enfermedades respiratorias como la neumonía y la gripe sigue siendo baja.
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Educación y concientización: Es fundamental desmitificar trastornos mentales y promover el acceso a tratamientos profesionales, evitando la automedicación, que alcanza al 14% de la población en el caso de los tranquilizantes.
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