Portada  |  22 abril 2017

El colegio porteño Belgrano Day School es el escenario de una insólita protesta por una herencia millonaria

Mientras se da el reclamo judicial por parte de los Green, Juan Hugo y Bernardo fallecen y Villanueva sigue en pie para recuperar el colegio, acreditado en el expediente "Restitución contra Richards 123673/95", radicada en el juzgado número 13.

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Seis hijos del ex director de uno de los colegios bilingües más prestigiosos de la Ciudad, el Belgrano Day School, acampan desde hace cuatro días en la entrada de la Institución, en el barrio porteño de Belgrano R, en reclamo de una millonaria herencia familiar por la que están en litigio hace más de una década contra la actual administradora del establecimiento y ex mujer de su padre.

"Vivo en Inglaterra, tengo un hijo autista, con trastorno de Déficit de Atención (ADD); yo tengo una enfermedad que se llama Fibromialgia (dolor crónico del cuerpo) y Artritis, así que paseo perros y apenas me puedo mover, por eso necesito que me ayuden y que se haga justicia por lo que nos pertenece", reclamó a Télam Lucy Green, una de las hijas de Bernardo Ernesto Green (ex director e hijo del fundador de la escuela), sentada desde un escalón de la entrada de la institución escolar, con bastón en mano y una computadora Mac.

Beatríz Green, otra hermana que reside en la localidad de Michigan, Estados Unidos, quien también viajó a Buenos Aires para reforzar presencialmente el reclamo de la herencia familiar, contó que todos los hermanos tenían una muy buena relación con su padre pero el vínculo con su esposa en terceras nupcias y secretaria del Belgrano Day School en 1982, cuando contrajo matrimonio, Matilde Villanueva, nunca fue bueno.

La disputa judicial lleva 14 años por una herencia que incluye la institución escolar en el barrio de Belgrano R, varios departamentos y campos, entre los que se encuentra el campo de deportes de la escuela en Maschwitz.

"Los abogados de Villanueva no nos dejan realizar una auditoría para evaluar el total de las propiedades, pero calculo que hablamos de 150 millones aproximadamente", admitió a Télam el abogado de los Green y amigo de la familia, Lucas Hernández.

Según Hernández, todo se demoró tantos años porque la ex esposa de Bernardo Green apeló aduciendo que había perdido los libros de acciones (donde figuran los nombres de los accionistas de las propiedades de Green) y que lo tenía en su poder el abogado de la familia durante muchos años, Juan Miguel Richards, quien, empero, se presentó a la Justicia desde 2003 y acreditó la prueba de que lo tenía la mujer.

"A partir de ahí, se probó ante la justicia y la cámara dictó un fallo firme que dice que ellos son accionistas de la mayor parte de la herencia, pero Richards y Villanueva siguen apelando con medidas cautelares y juicios que se fueron cayendo para retardar todo", informó el abogado.

Sin embargo, los abogados Gonzalo Esses y Santiago Mollard del estudio NIcolson Canon, que llevan la causa por parte de Matilde Villanueva, informaron que Richards había realizado negocios con los hermanos Juan Hugo y Bernardo Green (ex directores) y, tras defraudarlos, se queda con el colegio y otras propiedades.

Mientras se da el reclamo judicial por parte de los Green, Juan Hugo y Bernardo fallecen y Villanueva sigue en pie para recuperar el colegio, acreditado en el expediente "Restitución contra Richards 123673/95", radicada en el juzgado número 13.

A su vez, la familia de los seis hermanos se presentaron ante la justicia para pedir por una obra social para todos los herederos y dinero para Lucy, de forma urgente, ya que no se puede mantener por estar enferma y con un hijo con dificultades, sin contar con que la mayoría de los Green no trabaja porque están enfermos por este litigio judicial, según contó el abogado Hernández.

Explicó también que la jueza dio a lugar el pedido humanitario de Lucy, pero Matilde Villanueva apeló a la Cámara, lo que provocó que el pedido de ayuda quede en suspenso.

Sin embargo, los abogados Esses y Mollard aclararon que Matilde pidió que se le pague a las instituciones que Lucy acredita deudas vía transferencia bancaria y que la damnificada debe presentar los estudios que acrediten enfermedad.

"Miguel Green perdió la capacidad de hablar fluidamente, vive en Buenos Aires; Alfredo, otro hermano, se encuentra en estado de pobreza, pesa 45 kilos, tiene 68 años y no le alcanza la jubilación mínima, Beatriz es la única que trabaja en logística e importación en una compañía alemana desde hace 10 años y Liliana hace lo que puede, sin contar con los dos hermanos que se murieron de cáncer y quedaron los hijos", detalló el letrado.

Todos los hermanos litigantes, si bien nacieron en Argentina y la mayoría se educó en esa escuela de Belgrano, viven en Inglaterra, Alemania, Estados Unidos y en Buenos Aires.

El martes pasado acamparon dentro de la escuela y el miércoles pasado explicaron que estuvieron bajo la lluvia y el colegio no les permitió ingresar.

Los carteles que adornan la entrada del Belgrano School Day reclaman: "14 años sin nada, somos herederos legítimos de Bernardo Green", "Matilde, nuestro abuelo fundó el colegio y no vimos un centavo en 14 años".

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