La Plata vive momentos de profunda conmoción tras el brutal asesinato de Kim, una niña de tan solo 7 años. Este viernes, sus padres, Marcos y Florencia, contaron en Telefe Noticias que se enfrentaron cara a cara con los presuntos asesinos de su hija en el juzgado de menores de la ciudad. Acompañados por los peluches favoritos de Kim, pidieron justicia para que este caso sirva para cambiar la realidad.
Marcos pudo hablar con uno de ellos y describió cómo fue aquel encuentro. "Fue difícil pero yo quería verlos", confesó Marcos y aunque afirmó que solo uno de ellos se mostró arrepentido: "Estoy seguro que les llegaron las palabras que les dije. No les hablé con odio. A uno lo vi con dolor, al otro no y eso me dolió".
Por su parte, Florencia expresó su dolor y su deseo de que se haga justicia. "Kim no fue la primera, pero quiero que sea la última", declaró entre lágrimas. "Me la destrozaron a mi bebé. No me puedo olvidar de esas imágenes", agregó, con la voz quebrada por el dolor.
La familia también contó de un gesto conmovedor que ocurrió en el cementerio, cuando una señora se acercó a Marcos con un capibara de peluche, similar al que Kim adoraba. La mujer, conmovida por la historia, decidió regalarles el peluche de su nieto, junto con una carta de apoyo. Este gesto de solidaridad tocó profundamente a la familia, que siente a Kim presente en cada muestra de cariño que reciben.
La familia de Kim ha sido clara en su pedido de justicia. "Que paguen, que paguen", repitieron sus padres, buscando que el caso de su hija marque un antes y un después en la sociedad. Marcos compartió una anécdota de su infancia, cuando su padre lo llevó a devolver un yogur robado, enseñándole la importancia de asumir responsabilidades. "Uno decide lo que quiere ser, no importa la edad", reflexionó, lamentando la falta de arrepentimiento de uno de los acusados.
La vida de Kim era un reflejo de amor y compañerismo. Sus padres la describen como una niña adorable, educada y siempre dispuesta a ayudar. Le encantaba cocinar junto a su familia, aunque huía de cortar cebollas. "Era perfecta", recordó Florencia, con una mezcla de orgullo y tristeza.
La comunidad de La Plata y el país entero se han volcado en apoyo a la familia, compartiendo su dolor y su deseo de que no haya más casos como el de Kim. "Algo va a pasar, estoy seguro", afirmó Marcos, convencido de que la memoria de su hija debe inspirar un cambio.
En estos días de duelo, la sonrisa de Kim y su espíritu inocente han tocado el corazón de todos. La familia pide que su historia no quede en el olvido y que se tomen medidas para evitar que tragedias como esta se repitan. "Por Kim y por todos", concluyen, con la esperanza de que su lucha no sea en vano.
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