¿Por qué durante los días de calor intenso caminar por el microcentro puede parecer aún más agobiante? Porque lo es. En las calles donde no hay árboles la temperatura puede subir entre 4º C y 9º C. Así lo determina un estudio realizado por la Universidad Nacional de Entre Ríos: “Este trabajo muestra el efecto moderador del arbolado urbano sobre la temperatura y la humedad del aire”.
El trabajo, realizado bajo la dirección de María Silvia Carponi, de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de esa casa de altos estudios, llegó a la conclusión de que los árboles son fundamentales cuando se habla de isla de calor y de temperatura en las ciudades. En el trabajo se tomaron mediciones de dos calles paralelas en Paraná, una sin árboles y otra, con. En el pico de temperatura máxima las arterias no arboladas mostraron una diferencia de 3,2° C superior, indica el estudio. En la ciudad de Buenos Aires los barrios que menos árboles tienen están en la zona del microcentro.
El trabajo aporta un dato interesante: “Se comprueba que la presencia de árboles conjuntamente con paño verde producen una mejor sensación de confort bioclimático. Las calles sin árboles, así como la cercanía al microcentro, tienen influencia negativa”. Carponi apuntó: “Cuando se mide un ejemplar con césped y se lo compara, la diferencia puede llegar hasta los 9°C”.
Pero el árbol urbano cumple otras funciones como la producción de oxígeno y la absorción de dióxido de carbono. Al mismo tiempo, reduce significativamente la velocidad y el volumen del agua ocasionada por las lluvias, disminuye la contaminación visual, amortigua los sonidos y sostiene la biodiversidad.
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