Un hecho insólito conmovió a la comunidad de Villa Carmela, en la capital tucumana, cuando un joven de 22 años llegó a su casa y encontró a su familia, vecinos y amigos realizando su velatorio.
Al ingresar, el muchacho, quien había estado consumiendo drogas en el barrio Alderetes, gritó: "Estoy vivo".
En declaraciones a medios locales, una de las asistentes al velatorio -de nombre Ana Laura- afirmó que se generó un "lío tremendo" ya que "muchos se espantaron, otros gritaron y lloraron". Y admitió: "La verdad es que quedamos helados".
La confusión partió con el fallecimiento de un hombre que fue atropellado por un camión en las afueras de San Miguel de Tucumán. Tras la autopsia, la justicia autorizó la entrega del cuerpo a la familia que lo reclamara.
Entonces, se presentó en la comisaría de Alderetes la madre del joven de 22 años para reconocer el cuerpo, creyendo que era el de su hijo, confirmó la identidad y lo llevó a su hogar para realizar el velatorio.
Luego de la inesperada aparición del muchacho en su funeral, la familia devolvió el cuerpo a la Morgue Judicial para que las autoridades procedan a la correcta identificacion del fallecido y se investiguen las responsabilidades que llevaron a la confusión.
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