Fueron los funcionarios de la Unidad Carcelaria N° 21, en la localidad argentina de Campana, quienes se dieron cuenta de un impactante caso de abuso que era permitido por la madre de una menor de edad de tan solo siete años.
Cuando la mujer salía del recinto penal junto a su hija, la pequeña se quejó de dolores en sus zonas íntimas, los que fueron advertidos por una de las funcionarias. Rápidamente se le separó de la madre y se le realizaron consultas a la menor, las que llevaron a descubrir que la niña era llevada para que uno de los presidiarios, pareja de su progenitora, abuscara de ella.
Tras los peritajes médicos de rigor, se llegó a la conclusión de que no era la primera ocasión en que ocurría una violación consensuada por parte de la madre, por lo que la mujer quedó detenida mientras se toman todos los antecedentes del escabroso caso.
Por ahora la madre de 35 años quedó aprehendida por las autoridades bajo el cargo de "corrupción de menores agravada", además de levantarse cargos sobre su pareja que está en la cárcel por "abuso sexual con acceso carnal".
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