El jueves, los cuerpos de Ariel y Kfir Bibas, dos niños argentinos-israelíes asesinados en cautiverio por grupos terroristas, fueron devueltos por Hamás. En homenaje a su memoria, los edificios de la Ciudad de Buenos Aires se tiñeron de naranja, un color elegido en referencia a su cabello pelirrojo.
Desde el Puente de la Mujer hasta el Planetario y la Usina del Arte, los lugares emblemáticos de la ciudad rindieron tributo a los pequeños, quienes fueron secuestrados junto a su madre, Shiri, el 7 de octubre de 2023.
El Obelisco también se sumó a este homenaje, proyectando mediante un mapping las imágenes de Ariel y Kfir junto a su madre, cuyo cuerpo aún no ha sido devuelto. De esta manera, el Gobierno de la Ciudad hizo una pausa en la intervención del monumento, que durante el fin de semana mostrará un mensaje de apoyo al papa Francisco debido a su delicado estado de salud.
Estas acciones complementan las medidas del Gobierno nacional, que decretó dos días de duelo tras confirmarse el asesinato de los niños en cautiverio. El anuncio se realizó a través de un comunicado de la Oficina del Presidente, condenando enérgicamente al grupo responsable y mostrando solidaridad con las familias afectadas.
El presidente Javier Milei calificó el asesinato de los niños Bibas como monstruoso, afirmando que fueron asesinados únicamente por ser judíos. Según el Centro Nacional de Medicina Forense de Israel, los niños habrían sido asesinados en noviembre de 2023 mientras permanecían secuestrados en Gaza.
La declaración oficial incluyó una demanda a Hamás para la liberación inmediata de todos los rehenes, afirmando que el grupo será reducido hasta sus cenizas.
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