Por Gabriela Cerioli
"El 16 de febrero de 2013 me dijo ‘ahora vuelvo’. El lunes siguiente era el cumpleaños y pensé: va a venir. A la noche me di cuenta de que había algo más”, así comenzaba una entrevista que en 2014 Alejandra Valenzuela, cocinera en un comedor escolar, le daba al diario El Día. Su instinto materno no le permitió esperar ni un día para hacer la denuncia. Sin embargo, debió esperar seis años para recibir esta semana la peor noticia: Salomé está muerta.
Los datos de Salomé Anahí Valenzuela estuvieron todo este tiempo en el Registro Nacional de Menores Extraviados.
Su rostro, proyectado a 2018, fue pintado por muralistas bajo uno de los 20 arcos que forma uno de los puentes del ferrocarril San Martín en el ex Paseo de la Infanta -conocido también como Arcos del Rosedal-, cedido a la organización Missing Children. ¿Por qué ese lugar para levantar el emblemático mural? Testigos le dijeron a Alejandra que vieron a Salomé con unos limpiavidrios en Palermo, antes de que esa actividad fuera prohibida en la ciudad de Buenos Aires.
"Los primeros días me enteré de que habían encontrado una chica muerta cerca de casa. Fui a la comisaría y me dijeron que no era Salomé. Ahí me tranquilicé. Después me comentaron que estaba en una villa, en Paternal. Ahí la vieron con unos limpiavidrios en Palermo, fui durante una semana, todas las noches. Con un amigo hacíamos guardias en los boliches de cumbia en José C. Paz. Íbamos entusiasmados. Él me decía: ‘hoy la encontramos’, pero nos volvíamos callados”, le contaba la madre al diario platense cuando a pesar de la infructuosa búsqueda, no perdía las esperanzas: “A veces pienso que está en una provincia, o en la calle, con las drogas, y por eso es difícil reconocerla. También se me cruza que alguna persona mayor la haga trabajar en un prostíbulo. Cuando no hay ninguna pista, pienso que le pasó algo peor. Prefiero evitar esa idea porque de ser así, no sigo”.
En 2018 el Ministerio de Seguridad ofreció una abultada compensación económica a quien ofreciera información sobre su paradero. Mediante una resolución publicada en el Boletín Oficial, la cartera que conduce Patricia Bullrich, proponía una recompensa de $500 mil "a aquellas personas que sin haber intervenido en el hecho delictual, aporten datos útiles que permitan dar con el paradero de la menor". Pero ni así hubo información.
El domingo pasado, Alejandra pasó un Día de la Madre más sin sospechar que 48 horas después el caso quedaría "resuelto" para la Justicia, aunque nadie podrá borrar sus heridas.
"El martes recibí la peor noticia -comenzó Alejandra su posteo en Facebook hace apenas unas horas- Al comienzo de su búsqueda, hace 6 años y 8 meses, hallaron el cuerpo de una chica, al enterarme de esa noticia, fui con un amigo a la comisaria 3 de José C.Paz, donde estaba esa chica, hablamos con el comisario, él comparó la foto de Salo y dijo que no coincidía, que los rasgos de esa chica eran norteños y piel trigueña. Mi amigo pidió reconocer el cuerpo y no se lo permitieron. Yo estaba muy mal... Después fui a la comisaria 3 de San Miguel donde estaba radicada la denuncia y comenté el caso".
A Alejandra la acompañó una mujer policía al Hospital de San Miguel, donde estaba la historia clínica y odontológica de su hija y consiguió una copia a través de una orden.
Como nunca la citaron, Alejandra pensó que el cotejo había dado negativo. Con mucha impotencia y dolor, concluyó: "El martes fui citada por la Fiscalia: la chica que encontraron hace 6 años y 8 meses era Salo".
En la causa iniciada en 2013 intervino la UFI 18 de Malvinas Argentinas, a cargo en ese momento de la fiscal Gabriela Disnan, este año a cargo de la investigación de la Tragedia de San Miguel de Monte desde la UFI 5 de San Martín.
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