En los últimos tres años cerraron 28.000 kioscos, a la vez que se multiplicaron los llamados "kiosco-ventana" en domicilios particulares, signados por una mayor informalidad. Así lo sostienen los empresarios del sector. Los datos surgen de un informe de la cámara Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA), que representa a casi 110.000 puntos de venta.
En los últimos meses se crearon unos 15.000 "kioscos-ventana", pero no porque haya aumentado las ventas, sino porque los kiosqueros están cerrando sus locales, le hacen alguna mínima reforma a sus casas, y trabajan desde ahí ahorrándose alquiler e impuestos.
Dos de esos miles de comercios en hogares son los que montaron Micaela de Villa Domínico e Ivana en Avellaneda. Ambas decidieron que su casa sea el lugar de trabajo, obligadas por la baja de consumo y el aumento de las tarifas de luz, sumado a los valores del alquiler.
Las cifras que preocupan: suben tarifas, sube el alquiler y baja el consumo:
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