La elevada humedad que dejó el temporal último sin precedentes multiplica exponencialmente la cantidad de mosquitos en el Área Metropolitana de Buenos Aires e hizo que vecinos, como en Villa Devoto, se agrupen para combatirlos en las calles.
La brigada que se formó en el tradicional barrio porteño obedece al peligro que representa su proliferación, precisamente en la zona que ha sido una de las más castigadas por el dengue.
Los especialistas son escépticos en cuanto al desarrollo de estrategias para controlar la reproducción de esta especie en la escala que alcanzó actualmente.
Por lo tanto, se encomiendan a que no haya lluvias copiosas en la próxima semana o 10 días para que la muerte de hembras vaya haciendo disminuir su reproducción y desaparezcan.
Las recomendaciones para prevenir el mosquito del dengue, el aedes aegypti, como ser la eliminación de recipientes en desuso que puedan acumular agua, no se aplican a este “mosquito de inundación” porque es totalmente diferente el tipo de lugares en los que se cría.
De modo que, ante el brote de EEO en equinos, la población debería protegerse con repelente, cubrir la mayor parte del cuerpo, o sea, vestir manga larga y pantalón largo, y tener más precaución al estar en espacios verdes.
La enfermedad que podrían producir tiene un período de incubación de dos a diez días.
La mayoría de los casos son asintomáticos o se presentan como cuadros leves con fiebre, cansancio, dolores musculares y malestar general, que se resuelven espontáneamente en siete a diez días.
El “pico grande” de estos insectos que invade la metrópolis, cuya picadura es de las más dolorosas, corresponde a la especie Aedes albifasciatus, conocida como “mosquito de inundación”, que transmite el virus de la encefalitis equina del oeste (EEO).
"La característica principal que tiene es que las hembras ponen los huevos en lugares que se pueden anegar cuando llueve, donde se forman charcos temporarios de distintos tamaños. Y en épocas de mucha lluvia, como estamos teniendo ahora, todos los huevos acumulados en estos lugares que se inundan eclosionan casi simultáneamente y generan el desarrollo sincrónico de millones de mosquitos", apuntó la directora del Grupo de Estudio de Mosquitos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEN) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Sylvia Fischer.
“Los huevos pueden sobrevivir seis meses, incluso un año. Entonces, para que se produzca un pico de mosquitos, tienen que darse muchas precipitaciones después de un período de sequía. Unos días después de emerger, las hembras salen a buscar sangre para completar la cantidad de proteínas que necesitan para poner los huevos. Por eso percibimos que, de repente, hay un malón de mosquitos que está tratando de picarnos”, añadió.
La investigadora alertó que esta especie de mosquito está vinculada con la transmisión del virus de la Encefalitis Equina del Oeste (EEO), y que toda la zona del AMBA está “recomplicada”, de acuerdo con los datos meteorológicos y del monitoreo del Grupo de Estudio de Mosquitos que pertenece al Departamento de Ecología, Genética y Evolución (FCEN-UBA) y al Instituto de Ecología, Genética y Evolución de Buenos Aires (Iegeba) de la UBA y el Conicet.
Si bien la picadura del Aedes albifasciatus es inofensiva, en este momento hay un brote de EEO en caballos a nivel de la zona centro y norte de nuestro país.
La EEO es una enfermedad neurológica producida por un alphavirus homónimo (VEEO) que se transmite a través de picaduras de mosquitos, y aunque afecta principalmente a caballos, también puede ser contraída, sintomáticamente o no, por seres humanos.
A nivel nacional, en los últimos días, el Gobierno de la provincia de Santa Fe confirmó el primer caso de muerte por Encefalitis Equina del Oeste.
Se trató un hombre de 66 años, oriundo del departamento General Obligado, que comenzó con síntomas a finales de noviembre, residía y realizaba actividades recreativas en área rural, y presentaba comorbilidades.
Hasta la fecha, hay 12 casos confirmados: seis en la provincia y otros seis en el resto del país.
NA
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