Portada  |  23 octubre 2018

Mes del cáncer de mama: hábitos saludables, mamografías y nuevas terapias

Octubre es el mes que la Organización Mundial de la Salud eligió para sensibilizar en particular acerca del cáncer de mama. Prevención y nuevas herramientas contra un antiguo enemigo.

Actualidad

Por Mariana Scagnetti 

El cáncer es una enfermedad frecuente. “Una de cada tres o cuatro personas van a desarrollarlo a lo largo de su vida”, afirma el Dr. Matías Chacón (MN 86.697), presidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica. Pero no se trata de una afección exclusivamente contemporánea, como se suele pensar. La palabra cáncer significa “cangrejo” en latín, en referencia a la forma que adopta el tumor y sus vasos sanguíneos, y fue descripto hace miles de años.

Octubre es el mes que la Organización Mundial para la Salud eligió para sensibilizar en particular acerca del cáncer de mama.

El cáncer de mama es un viejo enemigo: desde sus comienzos, la humanidad se enfrentó a esta enfermedad. El caso más antiguo descubierto hasta el momento es el de una momia encontrada en una necrópolis de la época faraónica de Qubbet el Hawa, en Egipto. Se estima que habría muerto 2200 años antes de Cristo. Los efectos de la metástasis dejaron lesiones en los huesos de la mujer momificada, que tenía entre 30 y 40 años de edad.

“El cáncer nació con los humanos porque es un fallo genético en la materia del ADN”, reconoce Miguel Botella, director del Laboratorio de Antropología de la Universidad de Granada, quien participó de la investigación.

¿Qué es el cáncer de mama?

Se trata de una enfermedad causada por la multiplicación anormal de las células de la mama que forman un tumor maligno. Las células normales crecen y se dividen para formar nuevas. Algunas veces este proceso se descontrola formando una masa de tejido que deriva en un tumor maligno.

En Argentina el cáncer de mama es un problema importante para la salud ya que es la primera causa de muerte por tumores en mujeres. De acuerdo a cifras del Instituto Nacional del Cáncer, anualmente se producen 5.800 muertes por esta enfermedad y se estima que se producirán más de 19.000 nuevos casos por año, lo cual representa el 16,8% del total de incidencia de cáncer en Argentina.

El cáncer de mama no es sólo cosa de mujeres

El cáncer de seno también puede afectar a los hombres: se calcula que por cada 100 mujeres un hombre también lo padece.

Eduardo Hartman, empresario de 64 años, lo sabe bien porque lo vivió en carne propia: “Hace 14 años me palpé un pequeño tumor en el pecho izquierdo. Luego de varias idas y vueltas con la obra social para que hicieran las autorizaciones, me hicieron una mastectomía y me removieron los ganglios. Afortunadamente hoy estoy muy bien”, cuenta a telefenoticias.com.ar. Comenta además que decidió mudarse a un pueblo tranquilo y alejarse de la ciudad para concentrarse en el cuidado de su familia y su salud.

“Los hombres con familiares que hayan tenido cáncer de mama o de útero también deben estar atentos porque pueden desarrollar cáncer de mama”, agrega Chacón.

Algunos genes mutados relacionados con este tipo de cáncer son más comunes en ciertos grupos étnicos. Los dos genes mejor caracterizados son los llamados BRCA1 y BRCA2, cuyas mutaciones confieren un riesgo aumentado de tener cáncer de mama y otros tumores en edades especialmente jóvenes.

Factores de riesgo que podemos prevenir

El cáncer de mama no es cuestión de antecedentes. Más del 75% de las mujeres que lo padecen, no presentan otros casos en sus familias. Algunos de los factores de riesgo pueden ser: tener antecedentes familiares, haberse sometido a terapias de reemplazo hormonal, haber menstruado por primera vez a edad temprana y tener una edad avanzada en el momento del primer parto o nunca haber tenido hijos.

Pero hay otros factores de riesgo que aumentan las posibilidades de tener cáncer de mama y que afortunadamente podemos corregir y así evitar miles de muertes, y que forman parte de la prevención primaria: el sobrepeso, el sedentarismo, el tabaquismo, el consumo de alcohol en exceso, exponerse al sol de manera inapropiada.

“La adherencia a estilos de vida saludable como realizar 30 minutos de actividad física por día, alimentarse saludablemente, evitar el consumo de grasas, no fumar, moderar el consumo de alcohol es una forma de actuar de modo preventivo”, asevera Chacón. “El hábito de fumar es el hacedor de cáncer más grande del planeta; lo sigue el alcohol. La educación contra estas adicciones es prioritaria en todos los ámbitos. Esto desafía el hábito social de juntarse en una mesa a beber alcohol”, subraya.

Detectado a tiempo, el cáncer de seno es curable en un 90%

La prevención secundaria consiste en la detección temprana del cáncer de mama por medio de la mamografía de calidad: deben tener nitidez y estar informadas por un médico o equipo entrenado.

“El cáncer de mama, detectado a tiempo, es curable en el 90% de los casos. Esta información tiene que llegar cada vez a más mujeres, para crear conciencia acerca de la detección temprana", remarca el director ejecutivo de Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (LALCEC), Diego Paonessa.

Si bien el Instituto Nacional del Cáncer recomienda “realizar los controles periódicos en salud, con una mamografía desde los 50 años en el caso de mujeres sanas”, la edad difiere de lo recomendado por prestigiosas organizaciones nacionales e internacionales como LALCEC, la Sociedad Argentina de Mastología y la Sociedad Americana del Cáncer, entidades que recomiendan que las mujeres sanas y sin antecedentes familiares comiencen a hacerse los mamogramas a partir de los 40 años de edad.

A pesar de la importancia vital de los estudios de diagnóstico, de acuerdo a una encuesta nacional, más del 30% de las mujeres entre 40 y 70 años no se realizan mamografías anualmente. Una de las causas es encontrarse lejos de los centros urbanos y muchas carecen de recursos para trasladarse, pero en otros casos no se realizan la mamografía que podría salvarles la vida porque tienen miedo de “encontrar algo malo” o que “les vaya a doler”. 

Respecto de este tema, la presidenta del Movimiento Ayuda Cáncer de Mama (MACMA), Marta Mattiussi, es contundente: “Sabemos que la mamografía es mínimamente invasiva, y el costo-beneficio es absolutamente importante. Consideremos que una mamografía permite detectar una lesión cuando tiene el tamaño de la cabeza de un alfiler, de manera que no hay que tenerle miedo a este estudio. Las dosis de radiación son mínimas. Y siempre hay que acompañarlo con la consulta periódica al médico y el autoexamen mamario”. 

¿El autoexamen mamario es suficiente?

La mastóloga Astrid Margossian (MN: 76.202) explica que “el autoexamen mamario es un concepto antiguo. Buscamos nódulos que no pueden palparse, entonces el autoexamen no los va a detectar. La gran mayoría de los cánceres de mama se curan. El hecho de hacer una mamografía por año hace que lo encontremos más temprano cuando aún son tumores muy pequeños”.

Hay numerosos centros de salud, hospitales y entidades que ofrecen la realización de controles y mamografías gratuitas en todo el país. Por ejemplo, la Fundación Telmed tiene un cupo mensual para que las mujeres que no tengan cobertura médica puedan acceder a mamógrafos de última generación. “Desde la Fundación buscamos la forma de que alguien de bajos recursos que vive en zonas desfavorecidas de nuestro país tenga las mismas posibilidades de atenderse que, por ejemplo, una persona en Recoleta", sostiene la directora de esta ONG, Natalí Kliksberg, que la semana pasada instaló un mamógrafo 3D gratuito en la estación Constitución

El Concord-3 es el mayor estudio sobre casos de cáncer realizado hasta la fecha, con datos de 37,5 millones de pacientes de 71 países, y reveló un aumento generalizado de la supervivencia desde el año 2000. Pero también demostró una desigualdad en el acceso a los servicios médicos y los tratamientos.

“Necesitamos mejorar el registro de casos para tener datos propios y poder utilizar mejor los recursos”, enfatiza Chacón. Para el Concord-3 Argentina sólo envió datos del 9% de los pacientes. 

Cuando no se ha podido prevenir, “afortunadamente hay singulares progresos en el campo de los tratamientos oncológicos, en especial la inmunoterapia contra los tumores”, afirma Chacón. Sin ir más lejos, el Premio Nobel de Medicina este año fue otorgado a James Allison y Tasuku Honjo, quienes realizaron investigaciones clave para el desarrollo de las nuevas terapias dirigidas, un hito en la lucha contra el cáncer.

A Ana Paula Borbolla le practicaron una mastectomía a los 31 años, luego de haberse palpado un tumor maligno. Estar atenta a su cuerpo y seguir el tratamiento adecuado, le salvaron la vida. Hoy diseña corpiños para mujeres que pasaron por una mastectomía. Comenta que muchas clientas van a su local para sentirse contenidas y compartir la experiencia: “Tenemos un hilo rosa que nos une. Mucha gente viene solo a hablar”.

“Es bueno que las personas sepan que si lo necesitan hay ONG's que se dedican a acompañar, a contener y a orientar tanto a pacientes como a familiares”, comenta María Alejandra Iglesias, quien a los 39 años le detectaron un tumor mamario, y actualmente es la presidenta de la Asociación Civil SOSTÉN.

Para este año se estima que en nuestro país habrá 21.500 nuevos casos de cáncer de mama. Y como siempre es mejor prevenir cuando se puede y tener hábitos saludables, ya que reducen hasta un 40% las posibilidades de desarrollar cualquier tipo de cáncer.

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