Tras la excarcelación de la influencer Morena Rial, quien se vio involucrada en un robo a un domicilio de Villa Adelina, la polémica mediática no fue el único foco de atención, sino que las desprolijidades de la defensa llevaron a que el fiscal Patricio Ferrari solicite nuevamente su detención.
A días de salir en libertad, Morena se mostró en un boliche bailable y, al día siguiente, se ausentó de las pericias psicológicas. Luego de que el letrado que lleva adelante la causa pidió que volviera a quedar tras las rejas, la joven decidió cambiar de abogado y apartó a Fernando Burlando, para dar lugar a Miguel Ángel Pierri.
En este sentido, la hija de Jorge Rial explicó que debió entregar un certificado, cuya presentación se encontraba atrasada: "Estaba preocupada, creo que presenté lo que tenía que presentar ayer a la mañana".
Además, la joven apuntó contra Burlando: "Pasa que el certificado está hace rato y si no lo presentó el abogado que lo tenía que haber presentado, yo abogada todavía no soy y acceso a la causa todavía no tengo, sino lo hubiera subido yo. No tengo otra forma".
Como si fuera poco, la joven afirmó que fue quien solicitó la modificación en su defensa: "Sí, yo lo llamé a mi papá y le dije que me lo cambie". El conflicto habría iniciado porque el letrado no respondía sus mensajes, según explicó.
"Creo que es algo importante y si se pone en riesgo mi libertad, no creo que alguien se ponga contento o se quede tranquilo en la casa. Obviamente que voy a moverme y no voy a caer presa de nuevo", añadió Morena.
No obstante, la influencer se preguntó: "¿Para qué es el abogado? Leí todo en el acta de libertad. Fue el día que yo salí en libertad. Después de ahí no supe más nada. No tuve acceso a la causa. Sabía lo que iba saliendo en la tele más que nada".
"Hoy no tengo miedo, pero obviamente sí estoy molesta por toda la situación porque alimenta a que estos bol*dos sigan hablando", concluyó al respecto.
Fuente: NA.
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