Aunque el pequeño mamífero no tenía mucha expectativa de vida, la cría ya tiene un mes. Nunca dejó de alimentarse, siempre tuvo espíritu de supervivencia.
Al llegar al hospital era muy prematuro, pesaba 70 gr (nacen con 120 aproximadamente), estaba deshidratado y con heridas. Se lo internó en la nursery, recreando la temperatura y humedad que requiere esta especie. Dentro de la incubadora se colocó en un “tutor”, soporte que tiene las mismas características de un murciélago adulto, revestido con una tela que se va recambiando y que simula a su madre.
Se lo alimenta con una leche especialmente formulada, y para hacerlo los cuidadores se cubren las caras para evitar que el animal se impronte con el ser humano. En breve se estará intercalando la leche con una papilla, hasta llegar a dieta sólida y terminar de destetarlo. Después se le enseñará a colgarse de un árbol (un ficus de interior), donde también se va a alimentar. Una vez que se sepa que puede sobrevivir por su cuenta en un grupo de su especie, se iniciará el proceso para integrarlo.
El murciélago “zorro volador” (Pteropus vampyrus) es una especie nativa de Asia, una de las más grandes del mundo. Es frugívora, come frutas y néctar, a diferencia de la creencia popular de que todos los murciélagos son de tipo vampiro.
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