Portada  |  15 noviembre 2024

Nació un pudú, uno de los ciervos más pequeños del mundo, en el bioparque Temaikén

Es macho, y pesa tan solo 1 kg y mide solo 40 cm. Su nacimiento es muy valioso para la conservación, ya que sus poblaciones están disminuyendo en la naturaleza.

Actualidad

Una cría de pudú (Pudu puda) nació el 6 de noviembre último en el Bioparque Temaikén de Escobar.

Está sano y ya explora el ambiente, bajo el cuidado de Chapi, su mamá, y Nicolino, su papá. Ambos están atentos a su bebé, controlado también por los profesionales del Bioparque. El bebé es macho, y pesa tan solo 1 kg y mide solo 40 cm. 

Los primeros días, los cuidadores están muy atentos a la evolución de su peso, para confirmar que esté creciendo con la lactancia que le brinda su mamá. El destete es generalmente a los dos meses.

Cuando nacen, los pudúes tienen unas manchitas blancas, que los ayudan a camuflarse en el ambiente. A medida que crecen, van desapareciendo.

La gestación del pudú es de 7 meses, y las crías nacen avanzada la primavera o a comienzo del verano.

Es difícil verlos en su hábitat natural, debido a las transformaciones que sufrió por la mano del hombre.

Habita los bosques andino-patagónicos pero la caza contribuye a poner en riesgo la supervivencia de estos animales. A esta amenaza se suma la tala de los bosques, el ataque de perros cimarrones y la presencia de especies exóticas introducidas, como los ciervos colorados. Por este motivo, las poblaciones de pudú fueron clasificadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como "Casi Amenazada".

Todo esto empujó al pudú a desplazarse a áreas inaccesibles o a refugios que se encuentran en las áreas naturales protegidas, que son más extensas del lado argentino.

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