Una nueva ola de “rompecoches” azota al barrio porteño de Palermo y los vecinos aseguran que se sienten desprotegidos.
Se trata de un radio específico de calles que conectan con las principales avenidas de la zona (Avenida Santa Fe, Avenida Luis María Campos y Avenida Dorrego), que son atravesadas por las vías del ferrocarril Mitre (José León Suárez-Retiro) en la estación Ministro Carranza.
Las personas que perpetran los actos vandálicos aprovechan a romper los vidrios de los autos que se encuentran en las calles, un tanto solitarias y sin presencia de personal policial. Hasta el momento, no se los califica como robos porque las personas afectadas sólo sufren roturas de vidrios y no les quitan las pertenencias del interior de sus vehículos.
Las cuadras elegidas por los vándalos son los pasajes Dr. Emilio Ravignani y Ancón, que conectan con el viaducto Carranza, la Avenida Santa Fe y por el otro extremo con Luis María Campos. “Desde que no está activa la embajada de Venezuela, la zona se volvió muy solitaria. Antes la policía recorría constantemente esta calle. Ahora es un peligro”, asegura Ricardo, encargado de dos edificios de la cuadra.
Además dijo: “la semana pasada un plomero dejó en la esquina su camioneta estacionada, con todas las herramientas. Le rompieron el vidrio y no le sacaron nada. Lo mismo le sucedió a una vecina de este edificio", comentó Ricardo.
Los vecinos aseguran que hace unas dos semanas se registraron al menos siete episodios. “Esto es maldad pura, soy docente y vivo en Tigre. Dejé el auto estacionado en Ravignani y jamás me imaginé que me iba a encontrar el auto en este estado”, dijo. Y además agregó: “Una cuando viene a capital confía que estas cosas no pasan acá. Los edificios tienen cámaras de seguridad y así todo no es garantía de nada”, expresa Ana, que sufrió la rotura del vidrio trasero del auto con un pedazo de escombro.
Una vecina que pudo ver el incidente desde su ventana, confirmó que un hombre encapuchado alrededor de las 20.30 horas se acercó al coche, arrojó la piedra al auto y salió corriendo hacia Luis María Campos.
La policía de la Ciudad que se acercó alertada por un llamado al 911 tomó constancia de lo sucedido y agregaron que ellos también fueron víctimas de esta nueva modalidad con sus autos particulares. Los dejaron estacionados en la calle Savio y Avenida Dorrego, otra cortada que está en la mira de los vándalos.
Finalmente, dijeron que desde su lugar no pueden hacer mucho más que reforzar la presencia en la zona porque la mayoría de los casos notificados fueron perpetrados por personas en situación de calle que lamentablemente tienen problemas psicológicos o se encuentran bajo el efecto de alcohol y drogas.
NA
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