Una joven de 18 años llamada Luna Ortiz fue asesinada en la localidad bonaerense de Tigre, más específicamente en Benavidez, el 3 de junio de 2017.
Marisa Rodriguez, la madre de la víctima, contó el origen de la causa, los sucesos y cómo lleva su vida luego del atroz momento.
“Luna fue captada a través de las redes de un hombre llamado Isaias Villareal, el cual coordinó una cita con ella, la misma fue el 2 de junio, el día de mi cumpleaños. Ella se fue a la tarde y nunca más volvió”, detalló la madre.
Además, mencionó: “Esta persona con la cual tuvo la cita estuvo detenida casi 5 años, porque le habían dado en el primer juicio una condena por esa misma causa. También eso fue una de nuestras peleas”.
Luego, continuando con lo sucedido en el día del juicio explayó: “Supuestamente lo que decía la causa es que se la quería llevar a la isla, pierde la lancha, le hace un recorrido sexual por el casino de Tigre. También se registraron videos en donde Luna estaba tambaleando y este hombre la arrastra hacia afuera donde se encontraba la policía que no hizo nada”.
“Nos llegaron las cámaras de seguridad, pero ante el juicio solo pusieron las que le parecía al fiscal Marcelo Fuenzalida que es de la Fiscalía de Género de Tigre . Finalmente la causa quedó impune en Argentina, nos dieron la negativa en las dos resoluciones que estaban en casación, aunque no me voy a quedar de brazos cruzados y vamos a ir a la Corte Interamericana”, manifestó ante preguntarle por la resolución del caso.
Asimismo, expresó: “Luego de cuatro días de exigir ante la fiscalía el cuerpo de mi hija, me lo entregan maquillado y preparado para el velatorio. Hasta querían darmela a cajón cerrado, pero no deje que pasara”.
“Me da bronca que esté libre y vaya de un lado para el otro. Tiene una perimetral que es una cargada porque el tipo hace lo que quiere, pasa por la esquina de mi casa tomando cerveza como si nada, eso es lo más triste”, dijo conmocionada la madre.
Por otro lado, al ser consultada sobre la marcha de hoy, Marisa describió: “Me encantaría ir a la marcha, pero no puedo salir por problemas de salud ante una mala praxis que tuve hace unos años”.
“Aunque a mí me gustaría ir más por la circunstancia que estamos llevando y por todas las compañeras que luchamos por nuestros derechos del aborto legal”, agregó la mujer.
“Lo que aprendí de las luchas fue por Luna cuando un día me vino con un pañuelito verde y yo era cristiana. Estaba cerrada. Tenía una idea muy diferente a la que tengo ahora. Luna participaba y peleaba por sus derechos”, determinó Marisa ante lo que significa esta lucha diaria para ella.
Por último, la madre concluyó: “Cada vez que voy a la marcha, siento que estoy con ella. Siento que ella está ahí, desde que no está es como que siento ese compañerismo, siento su presencia ahí adentro de esa marcha”. (NA)
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