En mayo de 1991 "Pino" Solanas había sido alcanzado por cuatro de los seis disparos que le dirigieron dos individuos no identificados. Uno de ellos llevaba una nariz de payaso para disimular su identidad. Solanas, que en ese entonces con 35 años de militancia peronista, era uno de los grandes directores de cine argentinos, recibió la propuesta de dirigir la cinematografía del país cuando Menem llegó al poder, en julio de 1989, pero había rechazado el cargo.
Posteriormente, realizó declaraciones muy fuertes de condena contra el presidente Menem y su Gobierno, acusándoles de "corrupción y traición al pueblo".
Estas declaraciones, ratificadas varias veces, le llevaron a los Tribunales, acusado de injurias al presidente. Según Solanas en ese año: "Menem es una persona muy inculta. El mayor valor que tenía lo perdió cuando se acercaron las elecciones y empezó con sus traiciones". "A esta altura de mi vida no estoy dispuesto a callarme estas cosas. Me preocupa que estemos ante un Gobierno que ha perdido todo viso de ética, de legitimidad".
Día y medio más tarde dispararon contra él. Tras condenar el atentado, Menem en su momento envió a su médico para interesarse por el estado de salud de Solanas, internado en una clínica de Buenos Aires. Momentos antes de ser conducido en la ambulancia Solanas gritó a los periodistas: "La Argentina no está de rodillas y yo no me voy a callar. Continuaré defendiendo las instituciones democráticas contra quienes pretenden silenciarme". Según Solanas, los atacantes le gritaron al disparar: "Hijo de p, cállate".
En ese momento el director de cine denunciaba el saqueo a YPF y las privatizaciones.
Murió el cineasta y político argentino Fernando "Pino" Solanas por covid-19
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