Leandro Miguel Alcaraz tenía 26 y trabajaba como chofer de colectivo. El domingo, cuando manejaba el interno 103 de la línea 620, fue asesinado tras recibir dos disparos; una de las balas impactó en el cráneo, mientras que la otra impactó en el tórax.
Ayer, Alcaraz no debía trabajar, pero estaba haciendo horas extras para poder pagarle la fiesta de cumpleaños a su hija y tomarse franco en el día de hoy, que la nena cumple 3 años. Además, su mujer se encuentra embarazada.
Fanático de River, hacía poco tiempo que el joven trabajaba como chofer. Sin embargo, todos sus compañeros manifestaron tenerle un gran cariño mientras protestaban hoy para pedir justicia por el crimen.
Desde esta mañana, los choferes de colectivos de las líneas que circulan por la zona oeste del conurbano, encabezaron un corte en Avenida General Paz y Alberdi, que fue levantado tras ocho horas de manifestación.
Además, Mientras tanto continua el paro de 24 horas que dispuso la Unión de Tranviaria Automotor (UTA) en las líneas de colectivos de corta y media distancia de la zona oeste del conurbano, al que se sumaron otras del área metropolitana.
El crimen ocurrió el domingo alrededor de las 18, a la altura de la localidad de Virrey del Pino. Dos pasajeros subieron a la unidad y discutieron con Alcaraz porque no tenían tarjeta SUBE para pagar el viaje.
A pesar de que el colectivero los dejó subir, cuando descendían del vehículo le dispararon dos veces y después se escaparon. Alcaraz fue trasladado al Hospital "Simplemente Evita" de González Catán, pero cuando llegó al establecimiento ya había fallecido.
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