La semana que viene, el Gobierno de Santa Fe realizará una licitación para la adquisición de 200 armas de baja letalidad, que incluyen 100 pistolas taser y otras 100 que utilizan dióxido de carbono para lanzar proyectiles cinéticos. Esta compra es parte de un programa destinado a dotar a la policía provincial de nuevo equipamiento, que también incluirá cámaras corporales.
Armando Faraoni, subsecretario de Tecnología y Equipamiento del Ministerio de Justicia y Seguridad, explicó que “estamos brindando a la Policía una herramienta de control y defensa con una letalidad mucho menor que las armas de fuego”. Aunque no existen armas completamente no letales, las pistolas taser operan con una corriente eléctrica de baja intensidad, lo que permite inmovilizar a un individuo sin causar lesiones graves.
Los dispositivos taser, que están en uso en más de 100 países, disparan dardos conectados a cables que llevan una carga eléctrica. Cuando impactan, provocan una parálisis muscular temporal sin causar daños severos. La descarga es de 50 mil voltios, pero con menos de 4 mA de intensidad, lo que las hace menos peligrosas que un desfibrilador. Faraoni enfatizó que incluso las personas con marcapasos no se verían afectadas.
Por otro lado, las armas que disparan proyectiles de dióxido de carbono están diseñadas para desactivar situaciones conflictivas sin el uso de armas letales. El Gobierno provincial adquirirá 50 pistolas, 30 rifles y 20 rifles con tolva de este tipo, destinados principalmente al personal de Infantería.
Ambos tipos de armamento están orientados a agentes en patrullajes y se recomienda su uso en situaciones donde se deba reducir a personas alteradas o bajo efectos de sustancias. Además, la compra incluye la instalación de cámaras corporales que graban 15 segundos antes de que se utilice el arma, lo que permite monitorear el uso adecuado y proteger a los agentes de denuncias infundadas.
Faraoni también indicó que se implementarán capacitaciones y protocolos de uso, y que las pistolas tendrán sistemas de auditoría para garantizar su correcta utilización. Estas pistolas taser contarán con una "caja negra" que almacenará información sobre el momento de desenfunde y la intensidad de la corriente aplicada.
Finalmente, el subsecretario subrayó la importancia de la capacitación, ya que los agentes usarán ambas armas, siendo esencial que sepan cuándo emplear cada una en situaciones de uso gradual de la fuerza.
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