Todo comenzó con un video en el que Santino, angustiado, pedía ayuda tras ser víctima de un robo. “Te lo juro que me robaron la bicicleta”, decía desesperado frente a un comercio, intentando que alguien llamara a la policía. Afortunadamente, la noticia se viralizó y despertó una cadena de solidaridad.
Carlos, un vecino de la zona que no conocía personalmente a la familia, fue quien decidió actuar. Se acercó hasta la casa de Santino con una bicicleta casi nueva, de esas que usan los ciclistas para entrenar. El gesto fue recibido con una mezcla de sorpresa y emoción.
“Cuando volví de la escuela, mi mamá me dijo que tenía una sorpresa. Entré, vi la bici y empecé a reírme, a decir gracias. Le agradecí muchísimo a Carlos por este regalo. Ahora puedo volver a hacer mis cosas, mi rutina, moverme por el barrio”, contó Santino, conmovido.
Lorena, su mamá, también expresó su alegría: “Cuando nos avisaron que tenían una bici para Santi, no lo podíamos creer. Él la necesita mucho para ir a la escuela, para ir a práctica. También nos ayuda con los mandados y con el carrito de churros que tenemos como emprendimiento familiar”.
Según relató, el momento en que Santino recibió la bici fue inolvidable: “Estaba feliz de la vida, saltaba de la alegría. Hablamos con Carlos por videollamada y él le dijo: ‘Ahora te toca disfrutarla a vos. Yo ya la disfruté mucho’. Eso me marcó”.
La historia también dejó un aprendizaje. El robo ocurrió cuando un hombre empujó a Santino y le quitó la bicicleta, aprovechando un momento de distracción. “Gracias a Dios no le pasó nada. Es una situación horrible, no se la deseo a nadie. Pero agradezco que Santi esté bien y que exista gente como Carlos”, concluyó Lorena.
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