Portada  |  12 febrero 2017

Su esposa murió de un ACV y renunció a su trabajo para cuidar a su hijo: la historia que se volvió viral en Facebook

En junio de 2016 su mujer falleció de un accidente cerebrovascular y para poder estar con Thiago, Gustavo dejó su empleo como cocinero y empezó a trabajar de jardinero.

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Siete meses atrás Gustavo trabajaba como cocinero en un restaurante y junto a Silvia, su mujer, dedicaban su tiempo y amor a la crianza de su hijo. Pero el 15 de junio del año pasado la vida se precipitó con un giro inesperado y los planes cambiaron. Su esposa falleció de un accidente cerebrovascular (ACV) y Gustavo tuvo que dejar todo para volver a empezar.

En medio del dolor, pero con el impulso del amor por su hijo, renunció a su trabajo y armó un plan para estar con él y al mismo tiempo trabajar. Compró una máquina para cortar el pasto y así empezó a ofrecer sus servicios a los vecinos de Banfield, donde vive junto al pequeño Thiago, que ahora tiene dos años y cuatro meses y es el primer compañero de su papá.

Una de las vecinas se conmovió por su historia y publicó una foto de Gustavo con Thiago en la red social Facebook. “Gustavo y su señora eran hijos únicos, por lo cual no cuenta con familia alguna para el cuidado de Thiago. Gustavo necesita trabajar. No dudó en comprarse una bordeadora y ofrecer cortar los frentes de las casas, junto a su hijo. Es el mejor ejemplo”, escribió Pina Vaccaro, sin imaginar la ola de solidaridad que causaría su publicación en sólo pocas horas.

En la imagen Gustavo sostiene a su pequeño hijo, que mira a cámara con un el ceño fruncido, en un gesto similar al de su papá. Están en el jardín de una casa junto al cochecito en el que Thiago descansa y la máquina bordeadora, con la que Gustavo trabaja todos los días. La publicación generó gran repercusión entre los vecinos y la gente. En tres días fue compartida más de 120.000 veces.

En diálogo con Telefe Noticias, Gustavo contó que desde que quedó viudo renunció a su trabajo como cocinero y se le ocurrió que podía ser una buena idea comprar una máquina para cortar el pasto y así trabajar. Aunque reconoce que “no es muy común”, asegura que no tenía otra opción. “Hacía comida para colegios y los colegios en diciembre se terminan. Había que pasar el verano y se me ocurrió eso porque a Thiago le gusta pasear. Por eso corto el pasto de frentes de casas”, dice.

Tras presentar un recurso de amparo a la municipalidad, Gustavo podría contar en marzo con la ayuda de una guardería y así continuar su trabajo como cocinero, su verdadero oficio.

Por eso “para vivir hasta llegar a marzo”, Gustavo hace trabajos de jardinería por la mañana y durante la tarde con el plan de conseguir una guardería donde dejar algunas horas a Thiago. “Desde hace siete meses me cambió la vida. Estoy con un bebé, es muy complicado. Tengo que estar todo el día con él. No lo puedo dejar solo. Aparte soy muy obsesivo de que no se caiga, que esto, que lo otro. Pero tengo que trabajar”, dice, sorprendido por el afecto de las personas, que le enviaron cientos de mensajes para ofrecerle ayuda.

Al otro lado del teléfono se escucha su voz, pero también resuena la de Thiago, que está junto a su papá todo el tiempo. Gustavo, que este sábado cumplió 47 años, habla de los deseos que tenían junto a su mujer de ser padres. Pero también habla de lo inesperado. “Mi mujer falleció de un ACV. Fue un cambio muy brusco. Ya éramos grandes. Nosotros buscamos a Thiago incluso sabiendo que no iba a tener abuelos, que no iba a tener tíos, pero éramos dos. Si ya éramos grandes, lo buscábamos porque queríamos tener un hijo. Nunca imaginamos esto”.

Thiago nació prematuro un 30 de octubre. Su papá se acuerda con detalle que su hijo pesó 900 gramos y que durante tres meses estuvo internado en el Hospital Durand. También que ni por un segundo se distanció de él. “Se apegó mucho a mí, me veía desde la incubadora todos los días ahí”. Todos los días como ahora, que decidió hacerle frente al dolor y cambiar sus planes para estar junto a su hijo.

“Empecé a cortarle el pasto a conocidos y el nene está al lado mío, es re pegado. Donde puedo voy. Hasta marzo que empiece la guardería”, sostiene. La mujer que le tomó la foto que en pocas horas impactó en las redes sociales es una vecina de Banfield. “La conocí, le corté el pasto y hablando, le conté mi historia. No me imaginaba esto. Fue para bien”, dice.

Aunque algunas personas le ofrecieron dinero, Gustavo hace énfasis en que sólo quiere trabajar. “Tengo proyectos propios. Soy cocinero. Me gustaría trabajar de lo mío. Con mi mujer hacíamos comida para colegios y no nos iba mal. Quiero volver a lo mismo”. Al final de la conversación agradece "muchísimo" toda la ayuda. “Tengo que pensar en él”, dice luego, al hablar de Thiago. Y convencido, mira adelante. “Quiero darle un futuro, que tenga un buen estudio y una crianza feliz, nada más”.

Por Florencia Gagliardi | Twitter: @mfgagliardi

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