Octavio fue hallado el sábado cerca de las 10.30 cerca del arroyo Saltiño, a unos tres kilómetros del campamento donde residía temporalmente con sus padres, que son cosecheros de yerba mate.
Gilberto Da Silva (25) y su pareja, Marisel Lemos (17) contaron que el chico se había quedado durmiendo en el campamento el jueves en horas de la siesta, cuando ellos volvieron al yerbatal para continuar con la cosecha. Fue un sobrino de doce años quien los alertó sobre la desaparición de Octavio.
Los cosecheros y vecinos de la Colonia Milagros, en la localidad de Dos de Mayo, rápidamente comenzaron a buscar y dieron aviso a la Policía. Más de cien agentes, con apoyo de caballos, un helicóptero y un dron lo buscaron durante ese día y el viernes, pero sin hallar rastros del pequeño.
Los familiares dijeron que el chico había desaparecido junto a su juguete preferido, un desvencijado camioncito. Junto a Leonel, los policías encontraron ese juguete.
Los padres responsabilizaban de la desaparición del chico al “Pombero”, un ser mitológico de mucho arraigo en la región.
“Yo sospecho del Pombero porque no dejó ningún rastro. Hoy (por el viernes) compré tabaco y caña, que dejé en el monte para él. Ahora espero que suelte a mi gurí”, sostuvo el papá del chico.
El propietario del yerbatal, Vicente Kovalik, en tanto, apuntó a otro ser mitológico: el Yasy Yateré.
“Silvó mucho, cosa que nunca, como queriendo decir algo”, sostuvo muy serio el productor.
En diciembre de 1996, una nena de tres años también sobrevivió sola en un monte de la localidad de Dos de Mayo. Aquella nena estuvo perdida durante seis días.
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