El adolescente fallecido fue identificado Lucas Sebastián Granero, quien tenía en su poder una pistola de juguete similar a una mini Bersa Thunder calibre 22 gris, la cual no podría determinarse si era de verdad o no, debido a la oscuridad de la noche, y un teléfono celular iPhone, que quedó secuestrado por la Justicia para ser peritado.

Luego del hecho, la policía bonaerense se hizo cargo de la situación y la causa quedó caratulada como robo agravado por haber sido cometido en poblado y en banda. Además, de homicidio.

Por el momento, el caso está en manos del fiscal Diego Rulli, de la UFI Temática Homicidios de La Matanza, quien no adoptó ningún temperamento para con el jubilado por considerar que actuó en defensa propia y con un arma de su propiedad de la que tiene portación y permiso de uso.