Portada  |  06 diciembre 2024

La odisea de una tortuga marina: de quedar atrapada en redes de pesca a expulsar basura

Una tortuga de la especie cabezona, que fue rescatada a principios de noviembre, luego de haber quedado atrapada en las redes de pescadores artesanales, en aguas de la Bahía Samborombón, expulsó distintos tipos de plásticos de su interior durante su proceso de rehabilitación en la Fundación Mundo Marino. Regresó al mar desde las playas de San Clemente una vez que obtuvo el alta médico veterinaria.

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Una tortuga cabezona (Caretta caretta) regresó al mar durante la mañana del martes, luego de atravesar un proceso de rehabilitación de casi un mes en la Fundación Mundo Marino. El animal había sido rescatado el pasado 5 de noviembre por un pescador artesanal que encontró al reptil atrapado cuando levantó sus redes de pesca en aguas de la Bahía Samborombón. Hace varios años que la Fundación Mundo Marino hace un trabajo de concientización con los pescadores artesanales sobre cómo actuar y brindar primeros auxilios a estos animales en caso de quedar atrapados en redes, un fenómeno conocido como “pesca incidental”.  

“Creemos que el animal pasó poco tiempo atrapado en la red porque ingresó con buena actitud. Siempre que ingresan por haber quedado atrapados en redes, es importante el tiempo de observación por si presentan algún síntoma de ahogamiento, dado que poseen respiración pulmonar. Pero no fue el caso de esta tortuga. Lo que sí nos llamó la atención es que luego de unos días en nuestro centro de rescate, empezó a expulsar distintos tipos de plásticos junto a su materia fecal, una problemática que suele afectar a estos animales, al confundir su alimento con la basura que hay en el mar”, explicó Juana Caferri, médica veterinaria de la Fundación Mundo Marino.

Como parte del protocolo de diagnóstico, se le tomó una muestra de sangre que arrojó parámetros normales y se realizó una ecografía y una radiografía para evaluar su tracto digestivo y pulmones, tanto a su ingreso al centro de rescate, como previo a su reinserción: “A través de las imágenes corroboramos que el animal haya terminado de expulsar cualquier tipo de elemento extraño de su aparato digestivo. ​ Sumado a que tenía una buena actitud comportamental, alimenticia y una buena natación, decidimos que era el momento para darle el alta médico veterinaria”, agregó Juana Caferri. 

Respecto a los efectos que el plástico puede generar en estos reptiles, Karina Álvarez, responsable de Conservación de la Fundación Mundo Marino, sostiene: “La acumulación de plástico en el interior del tracto digestivo puede generar una gran cantidad de gas que actúa como “flotador”. El animal no puede hacer inmersión y ve afectada su capacidad de buceo y migración hacia aguas más aptas. Además, la acumulación de elementos extraños puede generar una sensación de “falsa saciedad” que altere sus niveles nutricionales. De cara a la temporada de verano es importante que seamos responsables con los residuos que generemos en las playas”.
Acerca de la tortuga Cabezona
La tortuga cabezona es una especie que, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), se encuentra en estado “vulnerable”. Respecto a su origen, gran parte de las tortugas que llegan a nuestras latitudes provienen de las playas que se encuentran en el nordeste de Brasil. Al igual que el resto de las especies de tortugas marinas, las hembras vuelven a desovar a la misma playa de anidación en la cual nacieron. El apareamiento​ ocurre en el agua cerca de las playas de anidación y se produce cada 3 años. La tortuga cabezona se diferencia de las otras especies por tener 5 escudos costales en su caparazón y tener un pico ancho y robusto. Respecto a su dieta es una especie eminentemente carnívora que se alimenta de almejas, ostras, cangrejos, esponjas, medusas, y distintos tipos de peces.

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