A simple vista parece un gato común: tiene un tamaño normal (unos 90 centímetros desde cabeza a la cola) y un cuerpo naranja o marrón moteado. Pero no es un felino normal. Tiene una cola gris anillada y unas gruesas rayas negras en sus patas delanteras. Incluso le sobresalen unos colmillos que recuerdan a los de los perros, y unos bigotes más recios que los que tendrían sus semejantes. Es el gato zorro de Córcega y sus descubridores afirman que podría tratarse de una nueva subespecie de felinos.
Así lo afirman desde la Oficina Nacional de Caza y Vida Silvestre (ONCFS por sus siglas en fránces), según AFP. Este organismo ha descubierto 16 especímenes de gato zorro y ha estudiado 12 de ellos convirtiendo en realidad una leyenda que los pastores de Córcega -isla francesa de donde es orihundo el animal- llevan transmitiendo generación tras generación, afirmando que ataca al ganado de la zona.
"Para nosotros, es una especie natural salvaje, que se conocía pero no se menciona porque es un animal extremadamente discreto, con modales nocturnos. Es un descubrimiento extraordinario", afirma entusiasmado a AFP Pierre Benedetti, técnico ambiental jefe de ONCFS.
"Se mantiene lejos de la presencia del hombre y donde hay agua y una cubierta vegetal que le protege de su principal depredador, el águila real", explican desde la ONCFS. Sin embargo, los especímenes se han encontrado también en otras regiones de la isla, por lo que cree que está ampliamente extendido.
Comentarios