Portada  |  24 enero 2018

Descubren el secreto del terrible insecto asesino de 100 patas

Son muy sensibles a las vibraciones, y son capaces de reaccionar con rapidez a la presencia de sus víctimas. Cuando eso ocurre, tratan de enganchar y morder a las presas con unas patas delanteras modificadas que se llaman forcípulos. Para evitar que su víctima escape, usan el resto de su cuerpo para inmovilizarla, como si fueran judocas. El potente veneno hace el resto, deteniendo el corazón de su presa.

Curiosidades

Esta semana, un artículo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences ha averiguado por qué el centípedo de cabeza dorada es tan mortífero. Este bicho que mide 20 centímetros y que vive en Asia y en islas del Pacífico, apenas pesa tres gramos pero es capaz de alimentarse de criaturas 15 veces más pesadas. El motivo parece estar en una potente toxina que los investigadores han identificado y que tiene la capacidad de detener el corazón de sus víctimas. Además, los científicos han encontrado un posible antídoto.

Las terribles capacidades de esta escolopendra, llamada también escolopendra china de cabeza roja (Scolopendra subspinipes mutilans), se conocían desde hace tiempo. Su aspecto es de pesadilla. Tiene un cuerpo acorazado, aplanado y alargado que puede llegar a tener 300 patas. Es terriblemente rápida y agresiva, y normalmente ataca a toda criatura viviente que se encuentra en su camino. Es capaz de alimentarse de grillos, gusanos, caracoles, sapos, pequeñas lagartijas y serpientes o incluso ratas, ratones y murciélagos.

Son muy sensibles a las vibraciones, y son capaces de reaccionar con rapidez a la presencia de sus víctimas. Cuando eso ocurre, tratan de enganchar y morder a las presas con unas patas delanteras modificadas que se llaman forcípulos. Para evitar que su víctima escape, usan el resto de su cuerpo para inmovilizarla, como si fueran judocas. El potente veneno hace el resto, deteniendo el corazón de su presa.

Tanto es así que en ocasiones se han observado casos en los que esta u otras especies de escolopendras han matado a niños, a adultos y a grandes perros. En la isla de la Hispaniola, sin embargo, la evolución ha engendrado una venganza contra estas criaturas: allí, el lagarto punteado de Warren (Celestus warreni), está especializado en cazar escolopendras.

Ahora, pruebas de laboratorio hechas por investigadores de China han constatado que la toxina de la escolopendra china de cabeza roja es capaz de matar en 30 segundos a presas 15 veces más pesadas que ella misma.

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