En un pueblo de Kazajistán, donde viven unas 500 personas, uno de cada diez habitantes se queda dormido de manera repentina a plena luz del día.
La historia de este pueblo dio la vuelta al mundo, ya que nadie podía entender cómo la gente perdía la conciencia súbitamente y entraba en un sueño profundo que podía llegar a durar hasta seis días. Pero ahora, informa el diario inglés Daily Mail, parece existir una respuesta al extraño fenómeno: una mina de uranio abandonada.
Así lo informó el viceprimer ministro de Kazajistán, Berdibek Saparbáyev, quien dijo que lo que produciría ese raro sueño en los habitantes de Kalachi, en el norte del país, sería el monóxido de carbono que se concentra en unas minas de uranio abandonadas en las inmediaciones de la aldea.
“Unas minas de uranio abandonadas que fueron cerradas hace algún tiempo concentran monóxido de carbono. En consecuencia provocan la reducción de oxígeno en el aire, lo cual ha sido la causa de ‘la enfermedad del sueño’ en estos pueblos”, explicó el funcionario, según el Daily Mail.
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