"Pueden hacer lo que quieran para ejercer su libertad de expresión dentro de las leyes y regulaciones". De esa manera respondieron desde el gobierno del distrito de Westford, en Vermont (Estados Unidos), a la decisión de un habitante local de colocar una escultura insultante en su propiedad.
La decisión de Ted Pelkey se debió a su hartazgo con las autoridades porque no le otorgaban el permiso para ampliar su vivienda y construir un garaje para usarlo como taller mecánico.
"Me pasaron por alto y no está bien. No me trataron de manera justa", consideró el hombre, en declaraciones a Boston.com.
Y luego contó cómo se le ocurrió protestar: "Estaba sentado en un bar y le dije a mi esposa: 'Quiero tener una estatua hecha de un dedo medio y la voy a poner en el césped'".
Ted gastó unos 4000 dólares para colocar un bloque de pino de cinco metros de altura y, encima, ubicar la escultura de una enorme mano con el dedo medio extendido".
La obra, creada por un artesano local, puede verse desde varias partes de la localidad. Sin embargo, para que llame más la atención, Pelkey le puso además luces, por lo que resalta en la noche de Westford.
Consultadas las autoridades locales por el problema de trámites, explicaron que los pedidos de construcción de Ted no cumplían con todos los requisitos, como por ejemplo describir el propósito de la nueva edificación.
Fotos: boston.com
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