Portada  |  16 septiembre 2015

Finalista olímpica se convirtió en "escort" de lujo y admitió prostituirse cuando era atleta

Se trata de Suzy Favor, quien sufrió una lesión en la final de la prueba de los 1.500 metros de Sydney 2000, hecho qye terminó con su carrera deportiva y la arrastró hacia el mundo de la prostitución. Escribió un libro para contar su historia y advertira a otras chicas.

Deportes

La corredora estadounidense Suzy Favor Hamilton, una atleta que tras conseguir clasificarse y competir en tres Juegos Olímpicos en la prueba de 1.500 metros, escribió un libro para contar cómo cayó en la prostitución.

En la autografía "Fast Girl" (Chica Rápida), relata todo lo que le pasó y cómo sufrió desde que cambió las pistas de atletismo por los bares y los "books" de prostitución de lujo.

Según la ex atleta, de 47 años, el motivo del libro es contar su historia para que otras chicas no caigan en lo mismo.

Antes de Sidney, Suzy participó con el equipo estadounidense en los Juegos de Barcelona (1992) y en los de Atlanta (1996). En la media distancia llegó a conseguir hasta siete medallas en campeonatos nacionales e internacionales.

Pero en los Juegos Olímpicos de 2000, la joven sufrió una aparatosa caída en la final de los 1.500 metros. Ya sus movimientos delataban que había algo que fallaba y en la última curva se fue al suelo. Si bien logró levantarse y llegar a la meta, ese fue el final de su carrera deportiva.

Una década y media después Suzy cuenta en el libro  que en aquellos años ya se prostituía de vez en cuando por un puñado de dólares, algo que ya había hecho antes "cuando atravesaba momentos difíciles".

Pero de a poco lo que era una necesidad pasó a ser un modo de "diversión". Según Favor, después de Sidney decidió dedicarse a eso que "también me gustaba" porque reconoce que era una "adicta al sexo" y que cada día le "gustaba más jugar con fuego".

Al parecer la joven fue ganando prestigio como dama de compañía, sobre todo a partir de su cuerpo escultural. Este trabajo le reportó pingües beneficios. Y admite que luego de la alta competencia deportiva se propuso también "ser la mejor en la cama".

De esa manera, se convirtió en Kelly Lundy y llegó a ser una de las "escorts" más cotizadas de Las Vegas, donde llegó a cobrar hasta 600 dólares por hora o 6.000 por una noche.

Según explica en el libro, debido a que sufría de trastorno bipolar todo lo hacía de manera impulsiva, aunque estaba casada. Su marido sabía a qué se dedicaba, por lo que recurrió a la ayuda de psicólogos y psiquiatras.

Como chica de compañía contaba a los clientes quién era en realidad y en 2012 uno de ellos difundió su historia en los medios de comunicación.

Suzy, que entonces tenía una hija de siete años, pensó en quitarse la vida. Entonces, su marido y su familia la ayudaron a cambiar de vida para poder contar su sufrimiento y ayudar de esa manera a mujeres que estén atravesando una situación similar.

Foto: ABC.es

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