Maratea dejó expuesta la base de datos de todos, los números de las tarjetas de crédito y débito y las fechas de vencimiento”, detalló el programador, que para comprobarlo, incluso él mismo se hizo “socio” y verificó que el sistema no contaba con medidas de seguridad suficientes. A su vez, aseguró que intentó comunicarse con el influencer por mail e Instagram, pero que no obtuvo respuesta alguna.

El proyecto de Maratea propone una suscripción mensual bajo dos modalidades: “socios creyentes”, que aportan $2.000 por mes, y “socios convencidos”, que donan $4.000 o más. A cambio, quienes participan no reciben productos ni entradas, sino acceso a contenido exclusivo sobre su vida como futbolista.

El dinero, según prometió el propio Maratea, será administrado por él mismo y destinado a mejorar las condiciones de entrenamiento de la Reserva de Colegiales. Pero el supuesto descuido en la protección de los datos abre un nuevo frente de críticas para el influencer, que ya fue cuestionado en el pasado por la falta de transparencia en sus proyectos económicos.

Mientras la web sigue activa y sumando suscriptores, la denuncia del programador reaviva el debate sobre los límites de las iniciativas personales que gestionan dinero ajeno, y deja expuesta una falla técnica que, de confirmarse, podría tener consecuencias legales graves. Maratea, por el momento, guarda silencio.