En el partido que tenían pendiente de la decimotercera fecha, realizado en Victoria, los dos tuvieron sus ocasiones para quebrar el cero, pero ambos estuvieron poco certeros a la hora de definir. Para River tuvo el valor de haber puesto en la cancha a dos refuerzos conocidos: Lucho González y Javier Saviola.
Para los Millonarios el sabor fue agridulce. Por un lado, recuperaron a esos dos referentes del club, a los que aún les falta ponerse en forma, pero por el otro perdieron a Leonardo Pisculichi, quien se retiró lesionado a los 20 minutos.
River tuvo un primer tiempo impreciso, en gran parte por la buena presión que ejerció el equipo local en campo del adversario.
Los dos puntas, Leandro Garate y Carlos Luna, asfixiaron al fondo millonario, al tiempo que Joaquín Arzura y Lucas Menossi, se desdoblaron, impidiendo que la visita generara juego y a la vez siendo el motor de Tigre a la hora de atacar.
En River, a Pisculichi y Gonzalo MartDinez les costó asociarse con el uruguayo Rodrigo Mora y Sebastián Driusi, muy asilados adelante.
A los 19 avisó Tigre con un remate de Garate desde dentro del área que salvó Marcelo Barovero y a los 25 nuevamente el arquero visitante se apoderó de un envío del mismo delantero tras una media vuelta de Luna desde el borde del área.
Lo mejor de River se vio hacia el final de la etapa cuando Lucho González, quien reemplazó al lesionado Pisculichi, se hizo eje del equipo que pudo jugar a un toque.
El ex jugador del Porto fue determinante en los últimos metros e inclusive tuvo la posibilidad de abrir el marcador, pero no consiguió capitalizar un rebote en Javier García tras un remate de Leonardo Ponzio.
En la segunda parte River brindó una mejor imagen. Dominó las acciones y generó las principales situaciones de riesgo.
A los 6, Solari habilitó a Martínez, éste se filtró entre los centrales y quedó cara a cara con García, quien cedió un córner.
Poco después, a la salida de un córner favorable a Tigre, River hilvanó una réplica veloz en la que quedaron cuatro hombres contra un defensor y el arquero local, pero el uruguayo Carlos Sánchez definió mal desde inmejorable posición de volea.
River siguió insistiendo con los ingresos de Saviola y Fernando Cavenaghi, pero ninguno tuvo la gravitación para generar riesgo para el arco local.
Tigre, por su parte, tuvo dos chances claras. La primera, sobre los 28, con una escalada de Martín Galmarini que sacó Barovero al córner. Y la segunda, a tres del final, con una réplica de Menossi, quien falló el disparo final cuando estaba solo frente a Barovero.
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