La noche del día del padre de 2020, el pastor Paulo González, salió de la iglesia donde ejercía en Rafael Castillo armado con una escopeta y lleno de furia. Buscaba tomar venganza contra un vecino, Gabriel Machuca, que había tenido horas antes una discusión con la hija del pastor.
Cuando el pastor Paulo González llegó a la vivienda de Machuca comenzó a disparar contra la casilla donde dormía junto a Fabiana “Abi” Pérez y los pequeños hijos de ella, uno de apenas 4 meses. Los disparos del pastor no dieron contra su objetivo, que era Machuca, pero impactaron en Fabiana que quedó agonizando en el lugar.
Machuca, escapó por la parte de atrás con los chicos mientras el pastor seguía disparando contra él, luego terminó dejando a los chicos y escapando a caballo. El pastor siguió detrás de él varios metros más realizando disparos.
Para la familia de Fabiana es imposible pensar que si la Justicia hubiera oído otra situación, ella no hubiera estado bajo el fuego del pastor. Es que era víctima de violencia de género por parte de Machuca. Lo había denunciado en varias ocasiones, pero había decidido volver a vivir con él por temor a las amenazas que le propinaba. Recién después de la muerte de Fabiana Machuca fue citado por las denuncias en su contra.
El pastor luego de asesinar a Fabiana, tomo sus pertenencias de la iglesia y junto a su esposa y su hija pasaron a la clandestinidad. Desde junio de 2020 que no lo pueden encontrar. Hay pistas, pero aún, 3 años y medio después del crimen sigue prófugo.
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