Ariel tenía 47 años, era el mayor de cuatro hermanos. Vivió junto a su familia en Berazategui, hasta que a los 18 años se fue a vivir solo y después se mudó a San Martín, con su pareja de ese momento, Diego, con quien se casó en 2017 y en 2018 se separaron, divorciándose finalmente en marzo de este año.
Su papá trabajaba en el Teatro Colón, y hace 17 años lo hizo entrar, llegó a ser Gerente de compras.
El viernes 9 de mayo Ariel salió a tomar algo, y la cámara de seguridad de su casa lo registró volviendo en la madrugada del sábado en su auto acompañado por otro hombre; ingresaron a su casa y el siguiente movimiento es una hora y diez después la cámara registra a un auto de alquiler que estaciona y se bajan tres hombres que ingresaron a la vivienda. Media hora después, las mismas cámaras registran a los cuatro hombres saliendo de la casa cargados, subiéndose al auto de Ariel y huyendo. Nunca más se supo de ellos.
Cerca de las 8.30 de la mañana, Ariel se despierta porque llega un amigo suyo con quien vivía para compartir gastos, al levantarse, cae desplomado y se golpea muy fuerte la cabeza, en ese momento toma noción de que lo habían drogado. Fue trasladado al hospital y murió cinco días después.
La carátula de la causa en un principio estaba como robo y después fue modificada a homicidio. La fiscalía pudo avanzar en la investigación y tiene identificados a los 4, de los cuales 2 son menores y su identidad es reservada y 2 son mayores. Y tiene pedido de captura nacional e internacional.
La familia de Ariel no cree que haya sido un ataque al azar, piensan que fue premeditado por alguien que lo conocía. Lo cierto es que al día de hoy, no hay ninguna noticia sobre el paradero de los 4 asesinos.
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