El poder adquisitivo del salario mínimo, vital y móvil mostró una nueva caída del 2,1% durante marzo de 2025, mayor a la registrada en febrero, que fue del 0,4%, luego del aumento consecutivo de 0,3% en diciembre de 2024 y enero de 2025.
Así se desprende del informe coordinado por Roxana Maurizio y Luis Beccaria y elaborado por el Área de Empleo, Distribución e Instituciones Laborales (EDIL), perteneciente al Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), perteneciente a la Facultad Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
El extenso proceso de merma del valor real del salario se inició en diciembre de 2023, cuando se contrajo 15% de la mano de la aceleración inflacionaria, seguido por una caída aún mayor, del 17%, en enero de 2024. Esta tendencia se interrumpió momentáneamente en los meses siguientes, período durante el cual el incremento nominal acompañó la inflación por lo que no se observaron reducciones adicionales. En el mes de junio de ese mismo año se produjo una nueva caída del 4,4%, seguida por cierta recuperación en julio de 4,3% y por reducciones consecutivas entre agosto y noviembre de 2024.
Como consecuencia de todos estos movimientos, entre noviembre de 2023 y marzo de 2025 el salario mínimo real acumuló una caída de 31%.
Esta contracción, junto con la tendencia decreciente de los años anteriores, lleva a que el salario mínimo en términos reales de marzo de 2025 se ubique en un valor inferior al de 2001, antes del colapso de la convertibilidad. Asimismo, implica una erosión del 62% respecto del valor máximo de la serie, en septiembre de 2011.
Empleo
Luego de las caídas consecutivas observadas desde septiembre de 2023 hasta agosto de 2024, el empleo asalariado formal total se mantuvo relativamente estancado, alternando leves mejoras con caídas. Aumentó en 13 mil trabajadores en total entre septiembre y octubre (+0,1% cada mes), volvió a reducirse en 6,5 mil en noviembre (-0,1%) y se mantuvo casi sin cambios en términos absolutos en diciembre de 2024.
En enero de 2025, el número de trabajadores se redujo nuevamente, esta vez en 8,6 mil trabajadores (-0,1%). De esta manera, el número total de trabajadores formales a comienzos de este año se situó en un valor similar al de julio de 2024.
A su vez, el empleo asalariado formal total en enero de 2025 representaba una pérdida de 121 mil puestos de trabajo (-1,2%) respecto de enero de 2024 y una pérdida de 194,5 mil puestos de trabajo (-1,9%) respecto de noviembre de 2023.
Esta evolución descendente ubica al número de asalariados formales en un valor levemente inferior al observado en noviembre de 2022 y es inferior a todos los valores mensuales de 2023.
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