Portada  |  02 septiembre 2025

Expensas en alza, morosidad creciente y vecinos al límite

La morosidad de las expensas se encuentra en promedio en 17%. Es más alta en barrios cerrados que en edificios de departamentos. Las expensas trepan mes a mes por la quita progresiva de subsidios a servicios esenciales y cada vez se hace más cuesta arriba poder afrontar este gasto mensual. Tips y medidas para mitigar el problema.

Economía

La morosidad en el pago de expensas se encuentra en un promedio del 17%, con breves oscilaciones en los últimos meses. Actualmente, es más alta en barrios cerrados que en edificios de departamentos. El dato surge de un relevamiento privado que analizó 200.000 unidades pertenecientes a edificios y barrios cerrados de todo el país.

Para el especialista en tecnología aplicada a la propiedad horizontal y fundador de Simple Solutions Martín Eliçagaray“hay muchas familias que ya no pueden sostener este gasto. La vida en comunidad se está volviendo cada vez más difícil, porque cuando las expensas superan cierto umbral dejan de ser un pago accesorio y se convierten en una carga casi tan pesada como el alquiler o la cuota del crédito". 

Asimismo, resalta que esa presión económica genera tensiones entre propietarios e inquilinos, afecta la convivencia dentro de los edificios y, en los casos más críticos, termina poniendo en riesgo servicios básicos de mantenimiento y seguridad que dependen de esos aportes mensuales.

La morosidad en el pago de expensas no solo golpea a los consorcios y a la administración cotidiana de los edificios, también se vuelve un factor clave a la hora de analizar el mercado de alquileres en la Ciudad de Buenos Aires

Para inquilinos y propietarios, el peso creciente de las expensas puede definir la viabilidad de un contrato y, en muchos casos, explicar por qué ciertas unidades permanecen vacías o por qué los valores locativos resultan cada vez más difíciles de afrontar.  

Respecto del encarecimiento de las expensas y la dificultad para pagar, los especialistas entienden que no se explica solo por la inflación general sino también por la quita progresiva de subsidios a servicios esenciales como el agua, el gas y la electricidad

"Ese impacto directo en los gastos comunes hace que las expensas trepen mes a mes. Si los consorcios no toman medidas ahora, el problema va a empeorar", advierte el experto. 

Ante este panorama, Eliçagaray propone un cambio de mentalidad: “No alcanza con pagar. Hay que gestionar. Involucrarse en las decisiones, ir a las asambleas, revisar presupuestos, comparar precios, cambiar proveedores si es necesario. Con pequeños ajustes se pueden lograr grandes ahorros sin resignar calidad”.

Además, subraya el valor de la tecnología como aliada de la eficiencia: “Hay recursos que ya están disponibles y que ayudan a bajar el gasto como sensores de movimiento, iluminación LED, temporizadores, automatización de bombas y calderas. Son inversiones que se amortizan rápido y generan ahorros sostenibles”.

Otra de las estrategias recomendadas es revisar el modelo de prestación de servicios. “Tercerizar puede ser una buena decisión si se hace bien. Por ejemplo, contratar una empresa de limpieza o vigilancia puede resultar más económico y eficiente que mantener personal fijo”.

Para Eliçagaray, “el mayor error es la indiferencia. Si los propietarios no se involucran, terminan pagando más por servicios que no controlan. Hay que animarse a preguntar, proponer, votar. No se trata solo de administrar plata sino de cuidar el edificio como se cuida una casa”. 

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