El Gobierno suspendió el jueves por segunda vez el aumento de los impuestos a los combustibles, como señal para mantener el congelamiento de los precios al público minorista de las naftas y el gasoil.
A través del Decreto 118/2020, postergaron hasta el 1° de marzo las subas del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y del Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), que estaban pautadas para inicios de febrero. El incremento de estos tributos debería ser de 16% en las naftas y de 17% en el gasoil y se sumaría a otra alza de 11,7% que establece la norma para marzo, pero ahora quedó suspendido.
Los impuestos internos sobre las naftas alcanzan desde diciembre los $ 11,08 por litro o el 20,8% del precio de la variedad súper de YPF en la Ciudad de Buenos Aires ($ 53,34). Por el cambio en la fórmula de ajuste, sancionado con la Reforma Tributaria a fines de 2017, el Estado nacional dejó de recaudar más de $ 100.000 millones en dos años, según calcularon asesores del ex secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, consultados por El Cronista. De otro modo, los impuestos alcanzarían los $ 17,40 por litro y la nafta sería al menos $6 más cara.
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