La crisis económica golpea de lleno a la gastronomía cordobesa. Ante la fuerte retracción del consumo, algunos locales comenzaron a implementar estrategias para mantener a sus clientes.
Uno de los dueños de un restaurante local explicó que en el último mes las ventas cayeron alrededor de un 20%, una cifra que preocupa al sector. “Hay por lo menos un 30% menos de consumo en gastronomía y en todo lo que sea esparcimiento. La oferta se va a tener que acomodar a esta nueva realidad”, señaló.
Entre las medidas adoptadas, el local decidió ofrecer un menú ejecutivo nocturno, una opción que habitualmente se reserva para el mediodía. El servicio funciona de lunes a jueves, únicamente con reserva previa, con el objetivo de atraer a quienes buscan salir sin gastar demasiado.
Además, implementaron un happy hour gastronómico de 19 a 21 horas con un 10% de descuento en menús fijos, vigentes todos los días. “Antes la gente salía más porque quería gastar rápido el dinero, hoy cuesta mucho más conseguirlo y la prioridad ya no es salir a comer afuera”, explicó el comerciante.
El panorama, advierten, es compartido con otros colegas del rubro: una merma en la demanda que obliga a repensar precios, promociones y servicios para no perder clientela en un contexto de inflación y menor poder adquisitivo.
Comentarios