Con la entrada en vigencia de la Disposición 10/2025 del Ministerio de Justicia y la Resolución Conjunta 2/2025 firmada por las carteras de Economía y Justicia, comienza a operar en el país un nuevo marco normativo para los desarrollos inmobiliarios en pozo.
Se trata de un cambio largamente esperado por el sector, que ahora habilita la registración de boletos de compraventa sobre unidades aún no escrituradas y sienta las bases para otorgar créditos hipotecarios sobre bienes futuros.
“El impacto de esta medida será espectacular”, aseguró Hugo Koifman, CEO de Branson Real Estate. Vale decir que los empresarios del sector venían reclamando una legislación que le diera respaldo legal a la compraventa de unidades en obra y que facilitara el financiamiento en las primeras etapas del proyecto.
Para el sector privado en general, esta medida no solo profesionaliza al sector, sino que también podría abrir la puerta a una transformación profunda del mercado inmobiliario pues se reconoce al boleto como un instrumento con valor registral.
Otro de los aspectos más relevantes del nuevo régimen es la posibilidad de constituir hipotecas divisibles. En otras palabras, ya no será necesario que un edificio esté terminado y escriturado para que un banco otorgue un crédito hipotecario sobre una unidad específica.
“Eso es un cambio estructural”, explicó Koifman, y agregó: “Si bien aún falta que los bancos comerciales lo pongan en práctica, porque todavía hay trabas operativas y las tasas siguen siendo altas, lo que tenemos ahora es el andamiaje legal. Estamos yendo en la dirección correcta”.
Para el titular de esta desarrolladora local, este marco regulatorio puede ser el "puntapié inicial" para que el financiamiento se democratice.
Finalmente, los desarrolladores destacan que este nuevo régimen no solo beneficia al comprador, sino también al ecosistema entero.
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