El artista plástico argentino Fabián Pérez reside y posee su atelier en Los Ángeles. Además, tiene su propia galería de arte en el famoso Melrose Art District. Desde allí retrata a las celebridades influyentes y poderosas, organiza exposiciones en las mejores galerías del mundo, escribe libros de arte (ya posee cuatro), gesta esculturas y hasta dedica tiempo a las causas benéficas.
“Conquistar Los Ángeles fue un hecho importante en mi vida. Quizá algún día volveré a repatriarme. Cuando llegué hace casi 30 años, se veía una ciudad dura y muy difícil. Tiene sus defectos como todas las grandes ciudades. Hay mucha competencia, pero es donde las cosas pasan”, afirma el artista.
Entre los sucesos relevantes que le brindaron notoriedad a través de su prolífica carrera, se destaca “Leyendas Vivientes”, una colección de retratos que inmortaliza a celebridades contemporáneas. El más reciente lo tuvo como protagonista al mismísimo Emiliano Martínez, indiscutido arquero titular de la Selección Argentina de Fútbol y flamante ganador del premio The Best, otorgado por FIFA.
“Con el Dibu fue espectacular, porque lo habían nombrado por dos años consecutivos el mejor arquero del mundo. Tuve la suerte de que el Kun Agüero me hiciera contacto con él. Y quedamos que lo iba a ver en Birmingham, dado que yo tenía un tour de exhibiciones en Inglaterra. Cuadraba justo, porque una semana después ‘Dibu’ viajaba a la Argentina para participar en las Eliminatorias. Sin embargo, tuvo la gentileza de esperarme. Llegué a Inglaterra y me dijo que Kun le había comentado todo. No solo que había visto el cuadro, sino que le había encantado. En el encuentro, aproveché para contarle sobre mi experiencia como arquero en las inferiores del club Villa Dalmine”, asegura Fabián Pérez.
Varios meses antes, en la conferencia global del Instituto Milken, en Los Ángeles, el artista había logrado obsequiarle un retrato al actual presidente argentino Javier Milei. Para crear la obra, Pérez se inspiró en la portada del largometraje “Napoleón”, de Ridley Scott, protagonizada por el actor Joaquín Phoenix, que estaba en boga en ese momento.
Entre las figuras que más disfrutó retratar, destaca a Diego Maradona, Al Pacino, Mike Tyson, Rafael Nadal, Sergio “Kun” Agüero, Ringo Starr, Pep Guardiola, Ravi Shankar, Rod Stewart, Keith Richards, Sylvester Stallone, Pitbull, Arnold Schwarzenegger, Brian May (Queens), Alessandro Del Piero, Quincy Jones (Producer), Zlatan Ibrahimovic, INXS, Mickey Rourke, Julio César Chávez, Evander Holyfield, Adrian Smith (Iron Maiden) Mauricio Macri y Phil Campbell (Motorhead). “Todas estas celebridades son gente que admiro muchísimo”, subraya.
Feliz con su presente, Pérez cuenta que está trabajando en la próxima celebridad: el magnate y director de los productos Tesla. “Tengo en carpeta a Elon Musk. Es un personaje que está haciendo mucho para la humanidad. No solo, por el hecho de querer llegar al planeta Marte y expandirse a otros lugares, sino que es una persona que no se rinde nunca. Hay veces que le va bien y otras, no. Pero continúa hacia adelante. Es un genio moderno, prácticamente. Lo que está haciendo con la red social X, por la libertad de expresión. Ojalá que se dé pronto este encuentro. Tuve la posibilidad de encontrarlo, a través de Javier Milei, tres meses atrás, en Nueva York, pero no tenía el cuadro terminado”, revela.
Claro que, como casi la totalidad de los argentinos, uno de los máximos deseos de Fabián es poder estar cara a cara con Lionel Messi y entregarle una obra. Al respecto, destaca: “Ya trabajé dos o tres veces en diferentes proyectos con él, con su fundación para los chicos. Espero conocerlo sobre todo por mis hijos que lo aman y lo idolatran. Ellos viven solamente pensando en lo que hace Messi. Es increíble lo que mueve este ser humano. El bien que hace por el deporte y por los chicos, no solo por lo que genera en la cancha, sino como ser humano. Ojalá, mis hijos tengan un ejemplo siempre como es Leo”.
Un comienzo duro
Después de quedar huérfano, su sueño de conquistar el universo como futbolista se había esfumado. Pero gracias al apoyo de su maestro de artes marciales, Oscar Higo, quien vislumbró mucho potencial, lo convenció para que se inclinase hacia el ámbito artístico.
De inmediato, el autodidacta (solo había acudido a algunos cursillos de arte) y su mentor tomaron un avión que los transportó hasta la península itálica. Allí, mientras dormía unas horas (en donde podía), el novel artista comenzó a pintar escenas de tango, burdeles (semejantes a los regenteados por su padre Antonio) y la movida nocturna en Buenos Aires. Escenas que dieron vida al estilo que después bautizó Neo-Emocionalismo y empezaron a cautivar a los consumidores de arte.
Tras vivir un tiempo en Italia y luego en Japón, con mucho sacrificio, Fabián arribó con 29 años a Los Ángeles. Pese a las dificultades propias de un inmigrante, perseveró y logró hacerse un nombre en el competitivo mundo del arte. “Tuve una fortuna muy grande por rodearme de gente apropiada", admite Pérez.
El primer gran espaldarazo se lo dio la feria de arte New York Expo, en el amanecer del año 2000. Pese a tener un stand diminuto y alejado, Pérez llamó la atención de coleccionistas y galeristas, abriéndole las puertas para realizar una serie de exitosas exhibiciones en Inglaterra, que consolidaron su posición en el mercado.
Siete años después se desató una recesión económica en Estados Unidos, que afectó al mercado del arte. Sin embargo, las obras de Fabián Pérez no dejaron de comercializarse. "Había galerías que me agradecían, porque decían 'no vendemos nada, pero tu arte se sigue vendiendo'. 'Gracias, porque si no hubiera vendido tu arte no estaría pagando el alquiler hoy por hoy'", señala con orgullo.
Además de su labor artística, Pérez tiene un alto compromiso con causas benéficas. Sobre todo, con After-School All-Stars, una fundación de Arnold Schwarzenegger que brinda programas extracurriculares a niños de bajos recursos. “Arnold organiza un evento anual en su casa. Se trata de un remate benéfico de diferentes objetos. Desde su auto Hammer, pasando por la moto que usó en ‘Terminator’, hasta la indumentaria que utilizó en otros largometrajes. También hay gente que contribuye con objetos de mucho valor, como relojes y autos de alta gama”, relata Fabián.
Desde hace varios años, el artista argentino dona obras para las subastas que efectúa su amigo Schwarzenegger. "El último año pinté un retrato de Messi. Leo no pudo concurrir. Pero envié el retrato a Miami. Él lo firmó y lo mandó de vuelta. Hicimos el remate, vendiendo la obra alrededor de los 200 mil dólares”, recuerda agregando que esa noche se recaudó un total de US$ 7 millones.
Por cierto, Pérez efectúa la actividad benéfica con sumo placer, porque “la recaudación sirve para ayudar a muchos chicos de bajos recursos que, al terminar el horario escolar, pueden aprender oficios que les sirva para afrontar la vida en la adultez. Desde peluquería y pintura, hasta deportes o cualquier actividad que los mantenga ocupado”.
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