Portada  |  25 septiembre 2024

Gudy Prada: de golpear tachos a tocar la batería en el Teatro Colón

Gudy Prada es baterista, productor musical e ingeniero de mezcla. Eligió la batería de casualidad. Se formó en la Escuela de Música Contemporánea y en el Centro de Arte y Tecnología. Fue baterista de varios cantantes nacionales, produjo musicalmente a un solista, que tuvo como invitado a León Gieco y tocó en una obra operística en el escenario del mítico Teatro Colón. Acaba de recibirse en Berklee College of Music, la universidad de música más grande del mundo.

Espectáculos

Aunque su apellido es originario de Galicia y la historia indica que decenas de Prada estuvieron asociados a la nobleza y a la alta sociedad española, el porteño Gudy Prada explica que no posee vínculos con personalidades de la península ibérica y, menos aún, con famosos de estas pampas. “No tengo parentesco con ninguna celebridad”, afirma sonriendo el eximio baterista, productor musical e ingeniero de mezcla.

Sin embargo, merced a su talento natural y a su formación profesional, Gudy logró adueñarse de un lugar dentro del ambiente artístico nacional, que luego trascendió las fronteras.

Al punto que, en mayo último, obtuvo la graduación en Berklee College of Music, la universidad privada de música más grande y prestigiosa del mundo, cuya matrícula asciende a unos 3.800 alumnos y 650 profesores.

En la casa de altos estudios estadounidense, Prada se instruyó con docentes ilustres como Dave Di Censo y Jackie Santos, músicos de bandas y solistas internacionales de la talla de Michel Jackson, Chuck Berry, Durán Durán, Arturo Sandoval, Deep Purple y Van Halen. “Tuve el privilegio de formarme con gente de mucho escenario”, remarca.

Durante la etapa formativa, Gudy participó en algunas masterclasses dictadas por estrellas mundiales, que se acercaron a las aulas. Desde Sting y Herbie Hancock, hasta Quincy Jones y John Mayer. “Significó una experiencia inolvidable”, asegura.

Baterista prodigio

Aunque su amor por la música siempre estuvo presente, el acercamiento a la batería fue de casualidad, cuando tenía 9 años y mientras disfrutaba las vacaciones estivales en la ciudad balnearia de Santa Teresita. “Solía ir con frecuencia a jugar al baile en el local de Sacoa, un templo de los videojuegos de aquella época. Allí, un día descubrí un juego de batería y se me despertó el interés por el instrumento”, rememora sonriendo.

El interés fue creciendo a tal manera que cada vez que visitaba una propiedad familiar en la ciudad bonaerense de Saladillo, juntaba tachos, cacerolas y hasta una “papa” (que simulara un bombo) con un objetivo: improvisar una batería.

Hasta que el día de su cumpleaños número 12, Gudy fue sorprendido con un obsequio: una batería Mapex, modelo Pro M. De manera decidida y, sin vacilar, comenzó a tomar clases.

Simultáneamente, se unió a “La Galera”, una banda surgida en el marco de un festival organizado por el San Agustín, colegio privado en donde cursó la primaria y la secundaria. “Llegamos a tocar en el multiespacio Acatraz, de Boedo. Aunque la formación duró solo tres años”, revela Gudy luego que empezó a consumir las redes sociales de Neil Peart, el baterista de la ex banda canadiense Rush.

En 2012, tras recibir el diploma de bachiller, Prada resolvió capacitarse en batería, primero, con el padre de un amigo y, segundo, con un profesor, que había tocado con Palito Ortega.

Carrera meteórica

Al año siguiente, decidió estudiar la carrera de baterista profesional en la Escuela de Música Contemporánea (EMC), en donde conoció al profesor Fernando Martínez (baterista de Alejandro Lerner y Javier Malosetti, entre otros), quien luego se transformó en su instructor particular, hasta el 2020. Al mismo tiempo, cursó la carrera de Productor Musical e Ingeniero de Mezcla, en el Centro de Arte y Tecnología (CEARTEC).

Con los títulos en la mano, Gudy fue convocado por dos cantantes solistas e influencers como Connie Isla y Angie Cadenas (de gran proyección en las redes sociales), para que efectúe la percusión en sus conciertos. También por la actriz y cantante Mariú Fernández.

Casi al mismo tiempo, el versátil músico Bashe, que estaba grabando un disco, lo convocó para confiarle la producción musical. Ese trabajo fue significativo en la carrera de Gudy, porque el artista invitado fue León Gieco, quien participó en “Llave sin candado”, uno de los ocho temas.

Otro momento relevante fue cuando Prada apagó sus 21 velitas de cumpleaños. Porque su profesor le informó que “en el Teatro Colón necesitaban un baterista para una ópera”. Luego de consultarlo con la almohada, Gudy se presentó en la audición. Tras un exhaustivo proceso selectivo, fue elegido por el equipo del director suizo Baldur Brönnimann para tocar en cinco conciertos. Se trató de la pieza operística “Die Soldaten”, del autor alemán Bernd Zimmermann. “Fue una experiencia maravillosa”, asegura el joven artista.

A ocho años de dicho suceso, Prada cuenta que aceptaría otro desafío de esa magnitud, “porque la música es el lenguaje que permite conectar a la gente, más allá del idioma y la cultura. Gracias a ella se viven experiencias únicas y se generan lazos que llegan a ser para toda la vida”.

“Más allá de la pasión por el instrumento y la música en sí, creo que los valores, la disciplina y la visión que te genera esta carrera son muy importantes. Gracias a eso, he aprendido mucho y he crecido como persona”, finaliza Gudy Prada.

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