El sábado se hizo público que, tras una larga agonía, Guillermo Bredeston murió a los 84 años. El actor había sufrido cinco accidentes cerebro-vasculares (el primero en 2011) y permanecía postrado en la cama de su casa, atendido las 24 horas por enfermeras y sin ni siquiera poder hablar.
Ayer, sus restos fueron cremados en el cementerio de la Chacarita. Y hasta allí se acercaron decenas de figuras de la farándula.
El productor teatral Carlos Rottemberg (61), amigo íntimo de Bredeston, fue quien se encargó llevar adelante los trámites y acompañó en todo momento a su familia.
“Son muchos años, y si bien era una cosa esperada, duele”, dijo Nora Cárpena (73), quien fue su mujer por más de 50 años.
Nora conoció a Guillermo a los 18 años, pero él ya estaba casado y tenía 11 más que ella: 29. Recién dos años después, cuando Carpena cumplió 20, ellos comenzaron una relación que perduró hasta el día de hoy y se convirtió en una de las más estables de la historia del mundo artístico.
Fruto de ese enorme amor casi al mismo tiempo que comenzaba la relación, nació la primera hija de la pareja, Lorena y tiempo después Nazarena Bredeston.
Cabe destacar que en 2011, el actor y productor teatral sufrió su primer ACV y aunque logró recuperarse, con el correr del tiempo, otros episodios más complicaron su salud y lo dejaron postrado.
“Quiero que Guillermo sufra lo menos posible. Me gusta que me sonría, que me mire. Pero a veces lo veo conectado a esas máquinas y es difícil”, reconoció hace un tiempo Cárpena en una entrevista.
Además, en esa nota, la célebre actriz explicó que desde que el padre de sus hijos sufrió el primer ACV, su salud se fue debilitando, y ella pasó por todos los estados de ánimo, como “enojo, ira, resignación, aceptación”, pero que nunca se deprimió.
“Soy católica practicante. Siempre estuve cerca de Dios y voy a misa los domingos. Me hace bien ir. Me siento ayudada, protegida”, contó en ese entonces.
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