“Habitación Macbeth”, la obra de teatro argentino más premiada, comenzó su quinta temporada consecutiva en el Teatro Metropolitan de Buenos Aires (Av. Corrientes 1343 - CABA).
A través del cuerpo de un actor (encontrado en la fosa del teatro), las Brujas Fatídicas del páramo de huesos representarán la tragedia Habitación Macbeth, para el goce, deleite, y catarsis metafísica de nuestra majestad creadora Hécate, vulgarmente conocida como El Público.
La apuesta paradojal de esta obra: por un lado señalar, a través de Macbeth y sus circunstancias, cómo la identidad histórica es arrastrada a las compulsiones criminales que rigen al mundo y por otro, hacerlo mediante un procedimiento que reestablezca y exalte las facultades sagradas de nuestra identidad poética, su capacidad de vibración y devenir: a través de un cuerpo habitado, un cuerpo habitación donde sucede la tragedia.
"Desde que comencé a hacer teatro, tuve la necesidad de llevar adelante un trabajo en el que un actor hiciera todos los personajes de una obra, un intérprete habitado por todas las criaturas que circulan por un texto y sus temas: un cuerpo habitación. Antes de la pandemia, había empezado a escribir una versión sobre Macbeth, esa obra extraordinaria y profundamente misteriosa, donde lo sobrenatural se impone a lo humano y marca el destino. Ya en pandemia, reducido a mi casa de Mar del Sur, tomé conciencia de que la única zona teatral que quedaba para mí, era mi propio cuerpo. Del mismo modo que el mono de Kafka encuentra una salida volviéndose hombre, yo la encontré volviéndome Macbeth. Fue un proceso de una profunda inspiración mágica, con una fe casi fanática en el material. Me sentía, como diría el poeta Ramponi, asistido en el trance por alguien que era yo mismo del revés, en mi ausencia, por presencias que me ayudaban en la escritura", recuerda Audivert.
"Una vez que terminé el texto, comencé con el trabajo en largas caminatas en ese ambiente salvaje y excitante como lo es el de la playa y el campo, en donde iba diciendo la letra en voz alta, cambiando la fisicación de mi cuerpo según iban siendo los personajes y avanzando de esa manera, tan poco común, en la memorización de la obra", agrega.
"Finalmente, regresé a Capital y me dediqué al montaje y puesta en escena. En esa etapa, se sumó al trabajo el músico Claudio Peña y fue fundamental para aportar a la obra la indispensable atmósfera de ensoñación y misterio, que sólo un artista de su nivel puede darle. La estrenamos con aforo del 30% y fuimos llegando de a poco al 100%", continúa.
La obra completó en 2024 una importante gira nacional e internacional presentándose a sala llena en el Teatro de la Gaviota, de Montevideo, y en el Teatro Gran Rivadavia, de la ciudad de Buenos Aires.
Desde su estreno en marzo de 2021, lleva más de 400 funciones realizadas y más de 130.000 espectadores la han ovacionado en el país y en el exterior.
Sábados y domingos de enero y febrero, a las 20.30.
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