Antonio estaba desesperado. El mes pasado se había gastado buena parte de la jubilación en medicamentos. Por eso cuando recibió una llamada supuestamente de PAMI para devolverle la cobertura gratuita saltó de alegría. El problema vino después: se trataba de una estafa. Le vaciaron la cuenta y pidieron un préstamo millonario a su nombre.
"Me llamaron por WhatsApp con el logo de PAMI. Y hasta sabían mi número de afiliado. Por eso les creí", cuenta Antonio, de 80 años.
Recién a la noche, cuando fue a comprar al supermercado y su tarjeta no tenía saldo, se dio cuenta de lo que en realidad había ocurrido. Le habían vaciado la cuenta y habían pedido un préstamo a su nombre por dos millones de pesos.
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